El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este lunes que el resultado de las elecciones en Grecia era una señal “positiva” de esperanza para la reforma en un país que ha amenazado con contagiar una nueva crisis financiera al resto de Europa.
Obama también expresó su preocupación sobre la desaceleración del crecimiento global y dijo que los líderes reunidos en la cumbre del G20 en México debían garantizar que se tomarán las medidas para estabilizar la economía mundial.
“Creo que la elección de ayer (domingo) en Grecia supone una perspectiva positiva no sólo para que formen un gobierno, sino también para que trabajen constructivamente con sus socios internacionales para que puedan continuar en la senda de la reforma”, dijo Obama a la prensa en el balneario mexicano de Los Cabos (noroeste), momentos antes del inicio de la cumbre del G20.
Obama y otros líderes mundiales congregados en el balneario mexicano de Los Cabos (noroeste) respiraron aliviados tras la victoria electoral del domingo de los partidos favorables a las medidas de austeridad impuestas a cambio del rescate internacional, que redujeron los temores a una salida de Grecia de la zona euro.
Los asesores de Obama temían que, de imponerse en las elecciones las formaciones contrarias a las medidas de austeridad, pudiera desatarse en Europa una nueva ola de inestabilidad que golpeara aún más la débil recuperación en Estados Unidos en un año electoral.
En su reunión con el presidente mexicano, Felipe Calderón, Obama señaló que el mundo estaba “muy preocupado” por la desaceleración del crecimiento mundial y urgió a los líderes a que hicieran lo que fuera necesario para estabilizar el sistema financiero.
Además, el mandatario dijo que en la cumbre se intentará garantizar “el crecimiento económico, una estabilización de la situación y un retorno de la confianza a los mercados y, lo que es más importante, dar al pueblo la posibilidad de que si trabajan lo suficientemente duro puedan tener éxito”.