Es casi imposible no pensar que nuestras universidades se transformaron en empresas y los alumnos pasaron a ser clientes. Lamentablemente nuestra educación pasó a ser un negocio.

La educación tiene un precio en el mercado, por ejemplo, el 70% de la Universidad Santo Tomás fue comprada en 70 millones de dólares,. Por otro lado, Uniacc fue comprado por un fondo norteamericano en 40 millones de dólares.

Los institutos ya no se preocupan de educar a quienes llegan a las Casas de Estudio. Esto se vio reflejado en lo que sucedió en la prueba Inicia, en donde un 76% de los alumnos de la Universidad del Mar, egresados de pedagogía, reprobaron.

Se pagan remuneraciones sin tope, se contratan a familiares y amigos para ‘saquear la universidad’ y se matricula un gran número de alumnos.

El comentario es de Tomás Mosciatti para BioBioChile:

http://youtu.be/3svb8_IWCwQ