El gobierno peruano declaró el lunes el estado de emergencia en la provincia de Espinar, región Cusco (sureste), y la policía asumirá el orden interno en el marco de las violentas protestas contra la minera Xstrata que dejaron dos muertos y varios heridos, informó el gobierno.
“El Gobierno declara el estado de emergencia (en) la provincia de Espinar, región Cusco, con la finalidad de salvaguardar la seguridad de la población y el libre tránsito en esa zona del país ante las violentas protestas que dejaron dos muertos y un fiscal secuestrado”, afirmó el Primer Ministro, Óscar Valdés, en rueda de prensa en el Palacio de Gobierno.
La medida tendrá una vigencia de treinta días en la que se suspenden las garantías constitucionales referentes a la libertad y seguridad personal, así como la libertad de reunión y de tránsito en el territorio, según el decreto.
El lunes se registraron fuertes enfrentamientos entre la policía y un grupo de mineros y pobladores que dejaron dos civiles muertos, unos 50 heridos, entre ellos 30 agentes, y el secuestro del fiscal provincial de Espinar, Héctor Herrera, informó el ministro del Interior, Wilver Calle.
Las autoridades regionales de Espinar acusan a la minera Xstrata, de capitales suizos, de contaminar los ríos Salado y Cañipía, y exigen un estudio ambiental de ambos afluentes. También exigen el aumento de 3% a 30% del aporte voluntario de las utilidades anuales de la minera.
Los choques del lunes, que es el octavo día de huelga, se produjeron porque los mineros y pobladores intentaron llegar al campamento de mina para tomarla. Además, bloquearon con troncos y piedras la carretera que conduce hacia el Cusco y conecta con la sede de la compañía minera, señaló el fiscal Herrera.