Barcelona derrotó por 3-0 al Athletic de Bilbao en la final de la Copa del Rey, jugada la tarde del viernes en el estadio Vicente Calderón, en Madrid, en el que fue el último partido de Pep Guardiola como entrenador del equipo azulgrana tras cuatro temporadas y 14 títulos.
El partido se inició con ritmo altísimo, que Barcelona le sacó el mejor partido al abrir en el minuto 2 el tanteador con remate de Pedro a la salida de un lanzamiento de esquina.
Iniesta puso un pase entre líneas notable que recibió Messi, quien remató entre palo y arquero para marcar el segundo tanto del encuentro, que asoma como un golpe letal a las aspiraciones del cuadro bilbaíno, que entró desorientado, al igual que en la final de la Europa League.
Xavi se internó por el costado derecho, cedió hacia Pedro, que sacó un remate angulado y rasante para aumentar las distancias, que ya parecen definitivas.
Tras las anotaciones, Barcelona bajó el ritmo, administró el resultado y no dejó hacer mucho al equipo bilbaíno, que se mostró impotente frente a la exhibición con la que el cuadro azulgrana tributó a su entrenador Josep Guardiola.
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