Con Rodrigo Guzmán como solista, vuelve al Teatro Municipal, desde el 28 al 31 de mayo el Ballet “La Fierecilla Domada”, segundo título de la presente temporada del Ballet de Santiago.
El año pasado este artista deslumbró a los fanáticos y a la crítica por su apasionado papel de Romeo en la obra “Romeo y Julieta”, rol que le valió el premio Altazor 2012 al mejor bailarín. En esta ocasión, vuelve a ser figura estlar de este ballet que es original de John Cranko, basado en la obra de William Shakespeare.
En 1969, con este ballet Cranko completó una trilogía de exitosas coreografías junto a “Romeo y Julieta” y “Eugenio Oneguin”, .
Marcia Haydée, Directora Artística del Ballet de Santiago, y el gran bailarín estadounidense Richard Cragun fueron quienes en ese entonces inspiraron al sudafricano en la creación de “La Fierecilla Domada”. Ellos, que interpretaron magistralmente los papeles de Petrucchio y Katharina durante años, son quienes en esta oportunidad han preparado a los bailarines, entregándoles la experiencia y conocimientos que adquirieron directamente de Cranko.
Los roles protagónicos estarán a cargo de Primeros Bailarines del Ballet de Santiago, alternándose, en los personajes de Petrucchio y Katharina, Rodrigo Guzmán junto a Andreza Randisek y José Manuel Ghiso junto a Natalia Berríos. Los solistas Dolores Salazar y Elizabeth Espinoza interpretarán a Bianca, y Agustín Cañulef y Gabriel Bucher se alternarán en los roles de Lucencio.
La música es de Kurt Heinz-Stolze sobre temas de Domenico Scarlatti, y estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, que será dirigida por su titular José Luis Domínguez.
En 1961, John Cranko formó en Stuttgart una compañía de ballet que dio un giro al rumbo de la danza contemporánea con fuertes e innovadoras ideas. Durante 12 años –hasta su muerte en 1973–, Cranko dio luz a admiradas coreografías cuyo sello es la gran capacidad que tuvo para llevar el teatro a la danza.
“La Fierecilla Domada” debutó en Stuttgart el 16 de marzo de 1969, con Marcia Haydée (Katharina), Richard Cragun (Petrucchio), Suzanne Hanke (Bianca), Heinz Clauss (Lucencio), John Neumeier (Hortensio) y Egon Madsen (Gremio). Más tarde Cranko presentó el ballet junto a su compañía en Nueva York, donde Elizabeth Taylor y Richar Burton –protagonistas de la película homónima estrenada en 1967– fueron parte del público presente.