El español Antonio Méndez Esparza, enamorado de México gracias a su infancia en ese país, estaba destinado a realizar “Aquí y allá”, filme sobre la historia de un emigrante mexicano que regresa a su hogar, proyectado el martes en el concurso por la Cámara de Oro del Festival de Cannes.
“Aquí y Allá”, filmada en el Estado mexicano de Guerrero, cuenta la historia de Pedro, interpretado por Pedro de los Santos Juárez, quien regresa desde Estados Unidos a su tierra después de una larga ausencia para reunirse con su mujer y sus dos pequeñas hijas.
La película, proyectada en la sección “Semana de la crítica”, tiene un aspecto documental, mostrando durante dos horas, con mucha ternura, la vida cotidiana de los trabajadores, las fiestas y los niños de Tlapa, una de las principales ciudades del Estado de Guerrero.
Pedro, que es músico y ha trabajado duro en restaurantes de Nueva York, regresa a Tlapa con regalos para sus hijas y un piano electrónico, con el proyecto de formar un grupo y ganarse la vida en México animando fiestas y dando conciertos.
“La película es una mezcla de realidad y ficción. La mujer de Pedro es en la vida real su propia mujer. El proyecto comenzó hace cuatro años cuando lo conocí a él. Hicimos un cortometraje, ‘Una y otra vez’” -ganador en 2009 del premio a la mejor narración en el Festival de cine de Los Angeles (EEUU)- declaró Méndez Esparza.
“Mi deseo de filmar su historia nació al conocer su vida de ilegal en Estados Unidos. Entrevisté a otros mexicanos y todos me hablaron de la nostalgia del hogar en Guerrero, de lo que dejaron atrás, del deseo de regresar”, añadió.
Méndez Esparza, quien vivió en México entre los cuatro y los ocho años, se trasladó a Guerrero y quedó encantado con la amabilidad y la sencillez de su gente, con su paisaje y su música. Comprendió entonces que deseaba instalar su cámara allí.
“Decidí centrar mi película en ese sentimiento del hogar, de la tierra que se ha dejado atrás, en el deseo del regreso, y no en la travesía del desierto, en el cruce de la frontera, que es lo que más se suele ver en el cine”, añadió el realizador.
Durante el filme se escuchan las cumbias y corridos compuestos por Pedro de los Santos Juárez, cuyas letras hablan del amor lejano, de la nostalgia de la tierra, de la soledad, del deseo de emborracharse para olvidar la dureza de la vida.
“Me habría gustado que la película durara cuatro horas. Cuando estaba allá lo único que quería era filmar y filmar, hacer una película que no terminara”, dijo exaltado.
Realizar “Aquí y allá” le tomó cuatro años. “Tuvimos muchas dificultades para llevar a cabo el proyecto, que es una coproducción entre México, España y Estados Unidos. Pero pese a todas las dificultades tuve la suficiente libertad creativa para sacarlo adelante”, explicó.
Paralelamente a la historia de Pedro, a quien después de un par de años en su tierra se le acaban los ahorros y ante la falta de trabajo en Tlapa decide volver a emigrar, la película cuenta la historia de un joven que desea seguir sus pasos.
“No se ha podido aún solucionar ese gran problema que es la necesidad que tienen los mexicanos de emigrar hacia Estados Unidos para ganarse la vida. Es una situación muy complicada. Todos esperamos que haya pronto una amnistía para los indocumentados”, dijo.