Cada día es más común encontrarse con videos en la red donde escolares son protagonistas de peleas con sus compañeros y páginas de Facebook, cuyo fin es poner en vergüenza a otro adolescente.
Esto debido a que desde un tiempo el bullying ha desarrollado una de sus variantes más peligrosas: el ciberbullying o ciberacoso, es decir, hostigamiento entre pares que utiliza las tecnologías de la informática y de las comunicaciones para dicho fin.
“El hecho que se ocupen medios tecnológicos hacen de este tipo de acoso más peligroso, incluso más que la violencia escolar directa”, manifestó John Molina, psicólogo y jefe de la carrera de Psicología de la Universidad Santo Tomás.
Esto debido a que existe un anonimato que protege a los hostigadores, y una instantaneidad y rapidez de la cual carece la intimidación en la vida real. Muchas veces se hace difícil descubrir la fuente y detener los mensajes o imágenes esparcidas por el ciberespacio.
En este sentido, Molina precisó que los daños van desde “falsear información del otro, creando perfiles en redes sociales; usurpar la identidad, dejando comentarios desfavorables o; establecer contactos con desconocidos, entregando el email o datos personales del ofendido.”
Actualmente, gran cantidad de menores tienen acceso a dispositivos como teléfonos celulares, cámaras y computadoras, razón por la cual lo que antes se quedaba en el salón de clases, hoy se expande por toda la red y en todo momento, llevando el acoso fuera de las aulas.
Alerta y prevención
Por ello es importante reconocer las señales que pueden alertar a los padres que su hijo está siendo víctima de esta práctica.
Molina indicó que, si bien no existen síntomas claros al respecto, se pueden destacar algunos indicios a los cuales poner atención:
1. Si el adolescente o niño evita realizar actividades que antes le eran comunes, reunirse con amigos o realizar actividades deportivas.
2. Si repentinamente ya no tiene interés o ganas de asistir al colegio y da excusas para no hacerlo.
3. Si hay variaciones en su rendimiento escolar, principalmente una baja en sus calificaciones.
4. Si tiene cambios de humor o, en general, presenta variaciones en su estado de ánimo. Esto puede ocurrir después de usar el computador, pero sin presentar resistencia a mantenerse conectado.
Para prevenir este tipo de situaciones lo primordial es que los padres enseñen y supervisen a sus hijos, fomentando un uso seguro y responsable de las tecnologías que tienen a su alcance.
“Principalmente las medidas de prevención por parte de los padres es hablar con sus hijos sobre los riesgos que existen en el uso de Internet y las implicancias del ciberacoso”, destacó el profesional.
Además de la supervisión constante a las redes sociales de los menores y el uso de programas de controles parentales, entre otras.