La diputada Marisol Turres aclaró que sigue pensando que algunas empresas salmoneras dañan la calidad de vida de la población, en respuesta a críticas del werkén de Pepiukelén, en la Región de Los Lagos.
Francisco Vera, werkén de la comunidad Pepiukelén de Pargua, declaró que su molestia es porque la parlamentaria habría cambiado su postura frente a la contaminación que provocan las salmoneras, en particular a las familias que viven cerca de este tipo de industrias.
Según el vocero indígena, Turres mostraba una férrea actitud frente a este tema y luego, le habría expresado a medios de prensa que los malos olores no afectaban la salud de la población.
Al respecto, la diputada desconoció las supuestas declaraciones, respondiendo que el comunero está mal informado.
A diferencia de lo expresado por las autoridades sanitarias, la parlamentaria sigue sosteniendo que los malos olores sí afectan la salud de la población, y en particular la calidad de vida de las personas que respiran los hedores que emanan estas empresas.
Prueba de ello, según Turres, es su activa participación en las comisiones del Congreso donde se debate este tema, donde se busca que el poder Ejecutivo cuente con herramientas efectivas para fiscalizar y sancionar a aquellas empresas que alteren sustancialmente la calidad de vida de las personas.
Por último, la diputada Marisol Turres indicó que, pese a la molestia expresada por el werkén y el tono de sus palabras, ella sigue dispuesta a reunirse con los comuneros de Pepiukelen para profundizar sobre este tema.