El Gobierno panameño adelantó para el 30 de abril las festividades del 1 de mayo, fecha reconocida internacionalmente como Día del Trabajador, con el objetivo de fomentar el turismo, lo que fue calificado por los sindicatos como un “insulto a los trabajadores”.
Según un decreto Ejecutivo firmado este jueves por el presidente panameño Ricardo Martinelli, el Gobierno transfiere para el lunes 30 de abril el descanso obligatorio concerniente al 1 de mayo y “ordena el cierre de las oficinas públicas y privadas a nivel nacional”.
La medida abre una “oportunidad” para el “desarrollo del turismo interno a nivel nacional y la convivencia familiar”, teniendo en cuenta el puente que se ocasiona tras el fin de semana, según un comunicado de la Secretaría de Estado de Comunicación.
El Día Internacional de los Trabajadores se celebra el 1 de mayo en memoria de las víctimas de la masacre de Chicago (EEUU) de 1886, donde sindicalistas fueron ejecutados por las huelgas en demanda de la jornada laboral de 8 horas.
Ese día se celebran manifestaciones en la mayor parte del mundo, donde los sindicatos reivindican distintos derechos políticos, laborales o económicos en sus países.
“Esto es un insulto a los trabajadores. El 1 de mayo es innegociable para la clase obrera panameña y del mundo”, dijo a la AFP Saúl Méndez, secretario general del poderoso sindicato panameño de la construcción, Suntracs.
Méndez aseguró que esta es una “táctica dilatoria” del gobierno “corrupto” de Martinelli para “enredar a la población generando temas polémicos para desviar la atención de los escándalos que se están dando en este momento”.
Para este año, los sindicatos panameños tienen previsto manifestarse de forma unitaria el 1 de mayo para reivindicar una subida general de salarios, la disminución en el costo de la vida y la lucha contra la corrupción.
“Esto es una provocación. Desde una visión empresarial, lo que él (Martinelli) está haciendo es querer romper con la tradición del 1 de mayo”, dijo a la AFP Mariano Mena, secretario general de la Central de Trabajadores de Panamá.
El gobierno “está temiendo que el movimiento sindical plantee una posición unificada” ante todas “las situaciones que se están dando”, añadió Mena.