La marca de cosméticos Lush, en asociación con la agrupación Humane Society International, lanzó una impactante campaña para protestar en contra de las pruebas con cosméticos que se realizan en animales.
Como una forma de graficar lo que viven las especies utilizadas para probar productos de belleza, en el frontis de la sucursal de Lush en Regent Street de Londres, una activista llamada Jacqueline Traide se sometió públicamente a los mismos testeos.
Primero, la mujer fue arrastrada con una cuerda amarrada en su cuello, empujada, golpeada y obligada a comer con un aparato metálico que le mantenía abierta la boca, consigna el portal Igualdadanimal.org.
Posteriormente, la joven fue afeitada en su cabeza, inyectada con diversos químicos, expuesta a electricidad, y sometida a productos que le irritaban la piel y los ojos.
De este modo, la chica estuvo durante 10 horas sufriendo los mismos embates por los que pasan diversos animales.
“Este tipo de cosas están sucediendo en estos momentos, se está experimentando en un animal cada pocos segundos. A pesar de que las pruebas cosméticas en animales fueron prohibidas en la UE hace tres años, todavía es legal en Gran Bretaña vender productos testados en animales en otras partes del mundo, incluyendo Estados Unidos y Canadá”, manifestó Tamsin Omond, director de campaña de Lush.
Por otro lado, la vocera de Humane Society, Wendy Higgins, afirmó que es “moralmente impensable” que las empresas de cosméticos deben continuar haciendo pruebas en animales. En este sentido dijo que no existe “ninguna justificación para someter a los animales al dolor por el bien de la producción de lápices de labios y sombras de ojos”.
http://youtu.be/f4K9iSyj_lk