El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó el lunes de la muerte de 11.117 personas en Siria desde el inicio a mediados de marzo de 2011 de la revuelta contra el régimen, 55 de las cuales murieron después de la entrada en vigor del alto el fuego el jueves.
En total, “7.972 civiles y 3.145 soldados y desertores han muerto, entre ellos unos 600″ disidentes, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, presidente de esta organización, que indica tener “una lista nominativa de las víctimas civiles y de los lugares donde murieron”.
Cincuenta y cinco personas han muerto desde la entrada en vigor el jueves por la mañana del alto el fuego previsto por el plan del emisario internacional Kofi Annan, fecha en la que los balances marcaron una nítida ruptura con los últimos meses, cuando los muertos se contaban a diario por decenas.
Además del cese de las hostilidades, el plan prevé el derecho a manifestarse de forma pacífica y la liberación de las personas detenidas en el marco de la revuelta popular que sacude al país desde marzo de 2011.
Los seis primeros observadores internacionales encargados de vigilar el frágil alto el fuego tutelado por la ONU iniciaron el lunes su misión.
El régimen sirio se enfrenta a una revolución popular sin precedente que se ha militarizado con el paso del tiempo y que reprime cruentamente. Además, según el OSDH, más de 100.000 personas están o han sido detenidas en los últimos 13 meses.