Tras la conmemoración este mes del “Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo”, el Vicepresidente del Senado a través de un proyecto de acuerdo en el Congreso señaló su preocupación por el aumento de la enfermedad en Chile, e hizo un llamado a los padres para que asuman su rol fundamental en la materia: “El Autismo puede diagnosticarse con certeza ya a los 3 años, aunque los primeros diagnósticos generalmente se realizan entre los 18 y los 24 meses. Los padres son los primeros en notar que su hijo muestra conductas inusuales o que no alcanza los hitos del desarrollo normales”, expresó Navarro.
El llamado incluyó también a los médicos, ya que según Navarro “a veces los pediatras no prestan atención a los signos de autismo, pensando que el desarrollo del niño se normalizará ‘con el tiempo’ y recomiendan a los padres ‘esperar y ver qué pasa’. Sin embargo, nuevas investigaciones muestran que, cuando los padres sospechan que su hijo tiene algún problema, suelen tener razón”, señaló.
Autismo en alza
El congresista estimó que “en Chile las cifras indican que unos mil niños y niñas debieran ser diagnosticados con autismo cada año. Sin embargo, como los sistemas públicos y privados no están preparados, la gran mayoría de los niños no recibe a tiempo un diagnóstico adecuado, el que no es complejo de realizar, pero sí muy determinante; porque mientras más pequeño es el niño, mayores las posibilidades de avanzar significativamente en su rehabilitación o recuperación”, sostuvo Navarro.
A nivel mundial, el panorama es más sombrío, ya que Navarro indicó que “el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, ha señalado que 1 de cada 150 niños padecen autismo, lo que es dramático, ya que en 20 años el autismo en EEUU aumentó de 1 en 10.000 personas a 1 en 150 personas, lo que representa un incremento de más de un 1.500%. Y en el Reino Unido estas cifras son mayores”, manifestó el congresista.
Los riesgos que implica la no detección a tiempo
El líder del MAS fue enfático en señalar los grandes riesgos que implica no detectar el autismo en el período correspondiente: “Perjudica las capacidades de comunicarse y relacionarse, y se manifiesta también en rutinas rígidas y comportamientos repetitivos, como ordenar objetos en forma obsesiva o seguir rutinas muy específicas. Todos estos trastornos se caracterizan por diversos grados de pérdida de las habilidades sociales y de comunicación, así como por comportamientos reiterativos” apuntó.
Por último, Navarro llamó a la ciudadanía a tomar conciencia sobre los alcances de la enfermedad: “El autismo ha dejado de ser algo aislado. En el mundo, hay unos 67 millones de personas que sufren de este trastorno. De nosotros depende en gran medida que esto no se siga expandiendo”, aseveró.