Organizaciones de periodistas denunciaron este martes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que 2011 fue uno de los años “más críticos” para la prensa en Venezuela, por el aumento de los ataques contra reporteros y medios de comunicación.
El año pasado se registraron “203 violaciones de la libertad de expresión”, y casi dos tercios de ellas fueron agresiones e intimidaciones, indicó el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Marco Ruiz.
Esas cifras ubican al año pasado “como uno de los períodos más críticos en la última década” para la prensa venezolana, afirmó Ruiz durante una audiencia pública de la CIDH en la cual el gobierno del presidente Hugo Chávez rechazó las acusaciones y reivindicó la libertad de expresión que reinaría en el país.
En lo que va de 2012 se han registrado ya 24 ataques a la libertad de expresión, afirmaron las agrupaciones de periodistas y organizaciones de defensa de los derechos humanos.
“La impunidad sigue siendo la regla frente a todas las denuncias”, dijo el jefe del SNTP, ante la Comisión, que en el pasado ha advertido de restricciones a la libertad de expresión y acoso contra la prensa en Venezuela.
La situación resulta más grave toda vez que Venezuela sostendrá elecciones generales a fin de año, “que sin duda recrudecen la polarización” política, lamentó Ruiz.
La presidenta del Colegio Nacional de Periodistas, Silvia Alegrett, denunció la falta de acceso a información oficial de los medios privados y la autocensura que está produciendo en ellos el aumento de las sanciones contra periodistas.
“La autocensura es un flagelo para la democracia, es difícil de visibilizar y de demostrar y al no ocurrir de manera violenta, sino poco a poco, la sociedad no la percibe y se acostumbra”, advirtió Alegrett.
Los representantes del gobierno venezolano rebatieron los señalamientos de los periodistas.
En Venezuela “la libertad de expresión es la más amplia que hay en país alguno en la tierra”, afirmó el escritor Luis Britto.
Los medios privados emiten una “montaña de críticas” contra el gobierno de Chávez, lo que no sería posible “en un país donde existiera la más mínima restricción a la libertad de expresión”, dijo Britto.
“Sí hay una censura y veto pero es hecha por los medios privados de Venezuela y ni el Colegio Nacional ni el Sindicato jamás han dicho una palabra en defensa de todos los comunicadores vetados”, fustigó.
El relator de la CIDH para Venezuela, el chileno Felipe González, llamó a no confundir la información veraz con la imparcialidad de los medios.
“Los medios no tienen que ser imparciales, pueden asumir posiciones en favor o contra de los gobiernos”, aseveró. “Cuando un Estado pasa al punto de exigir imparcialidad a los medios, está yendo más allá del rol del Estado”, subrayó el comisionado.
“Las sociedades donde hay una sola verdad y una verdad oficial son conocidas como totalitarias. (…) Contra esas sociedades estamos nosotros aquí trayendo nuestro mensaje”, concluyó el presidente de la Asociación Internacional de Juristas, Pedro Nikken, a nombre de los demandantes.
En una audiencia pública anterior este martes, representantes del gobierno venezolano amenazaron nuevamente con retirarse de la CIDH ante lo que denuncian como la parcialidad en contra de su país del ente independiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Venezuela critica desde hace años a la CIDH, alegando que reconoció el efímero gobierno de facto instalado durante el golpe contra Chávez de abril de 2002, mientras que desde ese año la Comisión incluye a ese país en el capítulo de su informe anual dedicado a las naciones que le generan mayor preocupación.