Una de las dirigentes de las investigaciones de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en Siria anunció el lunes que no podía seguir trabajando mientras el presidente Bashar Al-Asad siguiera bloqueando a los observadores extranjeros.
Yakin Erturk, experta en derecho internacional, renunció a la comisión de tres personas en momentos en que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU extendió su mandato a seis meses.
“Decidí no continuar principalmente por no poder tener acceso al territorio sirio”, dijo Ertuk a la AFP. “Es un obstáculo serio para la comisión de investigación”.
Hasta ahora, la comisión realizó dos informes. Uno de ellos fue publicado el mes pasado y denuncia que las fuerzas sirias han disparado contra mujeres desarmadas y niños y que han torturado y herido a manifestantes.
Erturk dijo que confiaba en la precisión de los informes redactados hasta ahora pero que sintió que no tenía “más para aportar a la investigación”.
Asad se negó a que los investigadores de derechos humanos de la ONU ingresaran a Siria y sólo permitió que lo hicieran observadores humanitarios bajo supervisión del gobierno.