Con el paso de los años la memoria en la mayoría de las personas tiende a fallar, no obstante, esto se puede evitar o retrasar con ejercicio físico y cognitivo.
Según indica el director del Centro Neurológico de Tratamiento y Rehabilitación de Buenos Aires-Argentina, Conrado Estol, “A partir de los 50 años ocurre un deterioro leve de la memoria y otras funciones cognitivas como el lenguaje, el sentido de la orientación y la función ejecutiva, que se ubica en el lóbulo frontal y permite planificar el día y tomar decisiones básicas”.
De acuerdo a referencias científicas citadas en Geosalud, estudios comprueban que hacer ejercicio ayuda a los adultos mayores a realizar sus labores diarias con mayor facilidad, disminuye sus probabilidades de sufrir enfermedades crónicas y, además, baja la tasa de mortalidad. (Heath,1994). Así también mejora su calidad de vida. (Barry y Eathorne,1994; Larson & Bruce, 1987; Vandervoort,1992).
Según señala Dawe y Curran-Smith (1994), Blair y otros (Bouchard,1990), el ejercicio también beneficia la salud mental de los adultos mayores, además del autoestima, los hábitos de sueño y las relaciones sociales.
Asimismo, este sitio de salud añade que -basado en una “revisión de proyectos realizada por el Departamento de Psicología de la Universidad Nacional de Australia- se demostró que el ejercicio es un antidepresivo, un antiestrés y mejora los estados de ánimo de las personas que participan en un programa de entrenamiento”.
Si tienes a un adulto mayor en casa, o muy cerca, te dejamos algunos útiles consejos y ejercicios para mantener activa su memoria.
1.- Crucigramas: intenta que en lo posible los realice, pues estar bajo un poco de estrés es un buen estímulo al cerebro.
2.- Película o novela : Pídele que vea una película o el capítulo de una teleserie, y que te explique de qué trataba, intentando que sea en orden cronológico y con los mayores datos y detalles posibles.
3.- Cuentas mentales: Otro ejercicio que contribuye a ejercitar la memoria es sacar cálculos matemáticos mentalmente de las compras del supermercado, comparando posteriormente el total de la boleta.
4.- Cepillado de dientes: Si frecuentemente lava sus dientes con la mano dominante, haz que lo haga con la contraria.
5.- Cambio de ruta: Si cada vez que sale realiza el mismo recorrido, ínstalo a que ocupe otras rutas, para que sepa que existe más de una opción para llegar a casa o al lugar de destino.
6.- Llamadas telefónicas: Solicítale que haga el ejercicio de intentar reconocer a cada persona que llame a la casa, realizando al final del día un listado con todas las personas con las que habló.
7.- Comida: Un último ejercicio para fomentar la actividad mental es que, sin ver, intente reconocer los sabores de los alimentos que cena y que posteriormente los verifique. Lo otro que también puedes pedirle, es que recuerde los ingredientes con los que preparaba, por ejemplo, el charquicán (esto sirve sobre todo si ya no es una persona activa).
Además, para tener buenos resultados a esto se le debe sumar un estilo de vida sano, incluyendo actividad física, evitando situaciones de gran estrés y manteniendo activas las relaciones interpersonales.