El Comandante del Comando de Combate de la FACh, Carlos Bernstein, descartó categóricamente que haya sobrevivientes producto de la magnitud del impacto, luego de dar cuenta de la destrucción total de la aeronave perdida en un lugar boscoso de muy dificil acceso terrestre.
Ante tan complejo escenario, el personal de la FACh realizará un operativo aéreo para recuperación de los restos, el cual podría tomar unos 2 días, dependiendo de las condiciones meteorológicas que puedan presentarse los próximos días. Momentáneamente, el tiempo se encuentra apto para realizar las operaciones, pese a que se trata de un sector muy inestable.
El general Juan Gonzalez señalo que el avión se encontró totalmente destruido en el lugar donde había sido triangulada la señal, y descartó la posibilidad de encontrar sobrevivientes, pues el impacto fue a una velocidad superior a los 450 kilómetros por hora.
El uniformado agregó que la idea es evacuar los restos de las víctimas lo mas rápido posible, para ser trasladados hasta el lugar dispuesto por el fiscal del ministerio publico para realizar los peritajes de rigor
Prontamente, se espera la llegada del fiscal del Ministerio Público para lograr hacer un registro preliminar de las víctimas. Luego de ello, los cuerpos serán trasladados al norte de Puerto Aguirre para ser llevados hsata el SML de Santiago y ser sometidos al proceso de identificación correspondiente.
Tras la confirmación de la tragedia, puntualizaron que el operativo tendrá características similares a la realizada a inicios de marzo a causa del accidente aéreo en Chiloé.
Un par de minutos antes, el Ministro Allamand ya se había acercado a los familiares para entregarles los últimos resultados de la incesante búsqueda que se realizó en la zona de Aysén desde el pasado jueves. Luego de la mala noticia, algunos familiares rompieron en llanto e incluso entraron en crisis de pánico producto de la impresión.
Las víctimas del accidente han sido identificadas como Nicolás Vidal Hamilton-Toovey (piloto); Hernán Soruco Angulo (copiloto), Esperanza Sáez Díaz (paciente), Luis Valenzuela Brito (esposo de la paciente), Guillermo Severy Traversa (médico uruguayo), Paul Moya Manzor (enfermero), Juan Cristóbal Rivera (paramédico) y Juan Burcherd González (tripulante).
Finalmente, cabe destacar que información preliminar estimó que fue imposible realizar un aterrizaje de emergencia, puesto que los restos están dispersos en un radio menor cercano a los 20 metros, por lo que se presume cayó abruptamente en medio de la accidentada geografía de la zona a una velocidad de 500 kilómetros por hora.