Estimados Amigos de La Radio:

Junto con saludarles, me permito comentarles que el día de ayer, y gracias a la ayuda entregada por los auditores de Radio Bío-Bío, logramos nuevamente subir a la cordillerana zona de Galletue, de la comuna de Lonquimay.

Para mí este fue un viaje distinto. Fui acompañado por mi madre y mi hija, llegando al colegio del pueblo cerca del mediodía. Ahí compartimos con los niños, conversamos y escuchamos a los profesores, que aprovecharon de enviar sus agradecimientos.

También nos contaban que muchos niños habían sido abandonados por sus padres y que estaban siendo criados por sus abuelos, otro caso de una niña que al nacer, su madre desapareció y nunca más supieron de ella. Cosas tan tristes que les toca vivir a estas personitas, que no les miento pero me emocioné hasta las lágrimas.

¿Por qué vida los trata tan mal? ¿Qué culpa tienen ellos? ¿Por qué las autoridades no se preocupan por ellos? Había una niñita de seis años, y tenía todo el costado derecho de su carita hinchado porque tenía sus muelas en pésimo estado, mientras todos jugaban y ella miraba simplemente porque no podía moverse del dolor.

Vincen era el más feliz. Él recibió unos zapatitos con luces y corrió muy rápido, lo único malo es que andaba sin calcetines y eso fue algo que no le llevamos, pues no pensamos el nivel de abandono que sufren estos pequeños.

Por otro lado, logramos conseguir alimentos no perecibles para don Víctor, un hombre de 62 años que vive con su esposa en Troyo, y no reciben ningún ingreso monetario mensual. Viven de la caridad de sus vecinos y la ayuda que les brinda Carabineros del sector. A él le hicimos llegar una caja de alimentos a través de la institución.

Para nosotros, este viaje fue una gran travesía y misión cumplida. Muchas gracias por brindarnos estas oportunidades tan hermosas de ver sonreír a estos niños, todos ustedes no imaginan la alegría que les brindan.

Les adjunto algunas fotografías.

Atte,

Mauricio Alarcón V.

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