La oposición siria tiende la mano a los alauitas, la comunidad del presidente Bashar al Asad, anunció el domingo el Consejo Nacional Sirio (CNS) en un comunicado en el que advierte contra los intentos del régimen de provocar una guerra confesional.

“Tendemos la mano (a los alauitas) para construir un Estado de derecho y de ciudadanía”, anunció el CNS, principal coalición de la oposición siria, asegurando: “el régimen no logrará empujarnos a que nos matemos entre nosotros”.

“No obstante, es importante admitir que hay una lucha confesional y un riesgo de fragmentación de la sociedad siria” a causa de las “manipulaciones del régimen”, como por ejemplo la difusión deliberada de videos de masacres.

Las autoridades “han intentado desde el comienzo de la revolución dividir a los sirios y poner en primer plano el espantapájaros de la guerra confesional”, denuncia el CNS.

“Sin embargo, los alauitas han sido y siguen siendo una componente importante del pueblo sirio. Seguirán gozando de sus derechos al igual que las otras confesiones de nuestra patria como los cristianos, musulmanes y demás”, asegura el CNS.

“El régimen ha regado el miedo en el seno de la comunidad alauita para que siga sosteniendo a Bashar al Asad”, añade el comunicado, que expresa su satisfacción por el hecho de que “numerosos militantes de esa comunidad” hayan por el contrario escogido el campo de la rebelión.

La comunidad alauita, a la que pertenece Asad, es una rama del islam chiita cuyos miembros desempeñan cargos claves en el gobierno de Siria. Representa un 12% de la población siria, estimada en 22 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes sunitas. Los drusos y cristianos también son minoritarios en Siria.