Por más de 100 años el antiguo molino “Pablo Ruedi” ha marcado la historia de la comuna de Curacautín. Esta antigua estructura, construida en el años 1896 fue protagonista dela intensa vida comercial de esta ciudad en la primera mitad de siglo XX.
Después de un siglo, su actual dueña Maria Sola Readi espera que finalmente esta construcción pueda transformarse en un museo. Por ello, durante el año 2010, realizó junto a profesionales ligados a la cultura, las gestiones para registrarlo como Museo “Pablo Ruedi Branger” albergando en él al Archivo de Historia de Curacautín a través del registro de información documental y fotográfica de más de un siglo.
Por ello, el Seremi de Gobierno, Juan Carlos Fernández junto al concejal Juan Carlos Beltrán realizaron un recorrido por estas instalaciones que parecen detenidas en el tiempo. La idea es apoyar a esta familia para que finalmente el anhelo de transformar este antiguo molino en un museo se materialice.
Cinco pisos que conservan la antigua maquinaria que permitió producir la harina para toda la comuna, producto también exportado a otras ciudades, abasteciendo a las familias y siendo un polo de desarrollo económico importante.
Un espacio lleno de historia que ha resistido tres terremotos, y que hoy se encuentra en extraordinario estado de conservación. Para María Sola, dueña del antiguo molino sus pretensiones son entregar este a la comunidad, “quiero dejar este molino a la gente de Curacautín, que lo pueden visitar, una historia del pueblo puesto que no tenemos ningún lugar para eso donde se pueda hacer y que participe toda la gente”. Indicó la propietaria del Molino Pablo Ruedi.
Para el Seremi de Gobierno, Juan Carlos Fernández destacó la importancia de conservar estos espacios y transformarlos en lugares de desarrollo cultural precisando “encontré a una persona que es propietaria de este patrimonio y quiere entregarlo a la gente para mantener la historia viva de una ciudad como Curacautín y aquí está el compromiso del gobierno de apoyar el desarrollo cultural, el compromiso para hacer las gestiones de incorporar dentro de la agenda del gobierno el valor patrimonial de este espacio para que finalmente pueda constituirse como museo” manifestó el vocero de gobierno.
Actualmente su propietaria junto a los historiadores, Patricia Mora y Héctor Alarcón están intentando transformar este espacio y dándole vida a través de exposiciones fotográficas y documentos históricos. Registro de antiguas familias, una colección de libros de finales del siglo XIX y principios del año XX, además de artefactos propios de la época, entre ellos la extraordinaria conservación de la antigua maquinaria de este molino, instalada en las cinco plantas de esta maravillosa estructura que se niega a sucumbir en el tiempo y busca transformarse en un referente de rescate identitario de Curacautín.