La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, aseguró el lunes que China y Rusia acabarán lamentando haber vetado una resolución de Naciones Unidas que condenaba la represión en Siria y les acusó de haber elevado el riesgo de guerra civil en este país con su decisión.
“Rusia y China terminarán, creo, lamentando su decisión, que les ha alineado con un dictador agonizante cuyos días está contados y que les ha puesto en una posición complicada frente al pueblo sirio y la región en conjunto”, predijo la diplomática en una entrevista a la cadena de televisión CNN.
El veto de Moscú y Pekín el pasado sábado en la votación del Consejo de Seguridad sobre la propuesta es “una estaca clavada en el corazón de los intentos por resolver pacíficamente el conflicto” en Siria y “aumentó considerablemente el riesgo de violencia (…) e incluso de una guerra civil”, añadió.
Como respuesta, indicó, Estados Unidos incrementará sus sanciones económicas contra el régimen de Damasco y la coordinación con los países árabes para aislar al presidente sirio, Bashar al Asad.
La embajadora relató que los diplomáticos presentes en la ONU el sábado sabían que Rusia y China iban a imponer su veto al proyecto de resolución, pero que era “totalmente esencial no caer en la trampa de las nuevas maniobras dilatorias por parte de Rusia”.
“Nosotros, Estados Unidos, estamos de parte del pueblo sirio. Rusia y China están manifiestamente con Asad”, acusó.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, criticó este lunes la reacción “indecente e histérica” de Occidente al veto, mientras que Pekín negó querer proteger al régimen sirio.
“No protegemos a nadie. Defendemos la justicia en la cuestión siria”, declaró el portavoz de la cancillería Liu Weimin, que agregó que China “no acepta las acusaciones” de Estados Unidos por la cuestión del veto.