Al menos 3.000 bomberos y policías de Rio de Janeiro marcharon el domingo por la rambla de la popular playa de Copacabana para exigir un ajuste salarial y amenazaron con una huelga antes del Carnaval si no llegan a un acuerdo con el gobierno.
El sindicato Sinpol-RJ, que representa a los manifestantes, aseguró que el estado de Rio de Janeiro tiene el peor salario en materia de seguridad pública.
“Tenemos que trabajar hasta en tres turnos para poder sustentar a nuestra familia, hoy el gobierno del estado no ve al policía como un trabajador”, reclamó cabo Joao Carlos Gurgel, que acompañó la protesta.
Los manifestantes dieron al gobierno hasta el 10 de febrero para responder a sus demandas o de lo contrario llamarán a una huelga.
Según reportes de prensa, la movilización reunió entre 3.000 y 5.000 personas.
En junio, cientos de bomberos tomaron su cuartel general para protestar por mejoras de salarios y condiciones de trabajo. La protesta fue frustrada por grupos de élite de la policía que arrestó a más de 430 funcionarios.
La reacción policial fue condenada por la población que marchó en favor de sus exigencias.