El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó este martes su completo repudio por las declaraciones del Papa Benedicto XVI, quien ayer lunes sostuvo que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una de las amenazas graves contra la familia tradicional que socavan “el porvenir mismo de la humanidad”.
“Con estas declaraciones el máximo representante de la Iglesia Católica, está sembrando el odio y la violencia por el mundo, una intención que se escapa del cristianismo y que se basa en la ignorancia sobre los verdaderos efectos provocados por la aprobación del matrimonio igualitario en distintos países”, sostuvo la organización.
“El matrimonio igualitario ha venido a dar protección a todas las familias, y no sólo a un tipo de familia como lo pretende de manera autoritaria y fundamentalista Benedicto XVI, que en su desesperación por seguir otorgando voz moral a la Iglesia, equivoca el rumbo con odiosidades, deslegitimándola a nivel social y cultural aún más de lo que ya está”, añadió el Movilh.
Para la organización de minorías sexuales, la “verdadera amenaza para las familias y la sociedad es la promoción de la violencia, la segregación, la discriminación y la negación de la igualdad a quienes son distintos a la mayoría, y en este plano, el Papa tiene voz protagónica a nivel mundial”.
Benedicto XVI hizo la declaración en el marco del discurso de Año Nuevo para los diplomáticos de 180 países acreditados ante el Vaticano, donde añadió que los niños necesitas “lugares” apropiados y que “el primero es la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer”.
“No se trata de una simple convención social, sino más bien de la célula fundamental de toda la sociedad. Consecuentemente, las políticas que suponen un ataque a la familia amenazan la dignidad humana y el porvenir mismo de la humanidad”, afirmó.
Al respecto el Movilh puntualizó que “el Papa, y la Iglesia que sigue sus ideas, no tiene autoridad moral para hablar de derechos humanos y sexualidad, y menos para definir qué es un lugar apropiado para los niños y niñas. El mundo, muy bien sabe, porque el Vaticano no está en condiciones de entregar, ni menos de recomendar, que es mejor o peor para los niños y niñas, dado los graves abusos cometidos contra los mismos por sacerdotes en todo el planeta”.