El nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, asumió el pasado 8 de octubre la “suprema comandancia” del Ejército, anunció este sábado la agencia oficial KCNA.
Kim Jong-un, hijo menor de Kim Jong-il, fue declarado “líder supremo” del país comunista el jueves pasado, tras el fallecimiento de su padre, anunciado el 19 de diciembre. Asumió “la suprema comandancia de las fuerzas armadas el 8 de octubre por orden de Kim Jong-il”, indicó KCNA.
Algunas informaciones tras la muerte de su padre dieron a entender que el joven Kim controlaba ya las fuerzas armadas, aunque el comunicado de este sábado es la primera confirmación oficial de la designación.
El Ejército norcoreano es el cuarto del número por sus efectivos, con 1,2 millones de militares.
Los primeros pasos del heredero, menor de 30 años e inexperto, se siguen con suma atención. Poseedora del arma nuclear, Corea del Norte representa un tema mayor para la diplomacia regional de China -su único aliado de peso- y Estados Unidos.
A pesar de los llamamientos occidentales para que Corea del Norte siga el ejemplo de Birmania y haga reformas políticas y económicas, el nuevo dirigente debería seguir aplicando, por lo menos la principio, la doctrina familiar de la única dinastía comunista del mundo, estiman los analistas.
Por otra parte, Corea del Norte advirtió el viernes al mundo de que no cambiará de política con su nuevo líder, ni habrá diálogo con el actual Gobierno de Seúl.
“Declaramos de forma solemne y con orgullo a los responsables políticos estúpidos del mundo, entre ellos los fantoches de Corea del Sur, que esperen el más mínimo cambio por nuestra parte”, indicó la Comisión de Defensa nacional en un comunicado recogido por KCNA.
Pyongyang también ha descartado cualquier posibilidad de discusión con el actual Gobierno surcoreano.
“Como ya dijimos, nos seguimos negando a establecer vínculos con el traidor Lee Myung-bak y su grupo”, añadió la Comisión de Defensa nacional, refiriéndose al presidente surcoreano.