Universidad de Chile se consagró bicampeón del fútbol chileno por cuarta vez en su historia, al derrotar por 3-0 a Cobreloa en duelo válido por la revancha de la final del Clausura, disputado esta noche en el Estadio Nacional.
Dominio claro de los azules en los primeros 20 minutos, que se reflejó en las cuatro ocasiones de gol, que tuvo en ese lapso, el conjunto local. En los botines de Eduardo Vargas, Gustavo Canales y Eugenio Mena estuvo el tanto inicial, ante un cuadro de Cobreloa que aguardaba que pasara el chaparrón para poder salir a buscar el juego.
La apertura de la cuenta llegó en los 24′ luego de un enorme pase abierto a Charles Aránguiz, que domina el balón, levanta la cabeza y ubica a Gustavo Canales para que empuje el balón a arco descubierto.
Cuatro minutos más tarde, Eduardo Vargas con una sensacional definición de emboquillada marcó el segundo tanto del cuadro azul, que se acercaba al bicampeonato.
En el minuto 35, Matías Rodriguez enganchó en área loína, sacó violento remate y bate a Nicolás Peric desatando el carnaval azul en el recinto ñuñoíno.
Una maciza primera parte en que Universidad de Chile no tuvo contemplaciones con la desordenada zaga loína, exhibiendo lo mejor de su repertorio.
En la segunda fracción, sin la presión del resultado, Cobreloa soltó amarras y jugó mejor, pero las llegadas sobre la portería de Johnny Herrera no fueron resueltas de la mejor manera por la ofensiva loína. Mientras, Universidad de Chile administró el juego y la ventaja hasta el pitazo final de Osses, permitiendo el ingreso de Diego Rivarola para que juegue minutos que huelen a despedida y brindarle el adios a Eduardo Vargas.
Una fiesta merecida vive el pueblo azul, que corona un año inolvidable tras las conquistas del Torneo de Apertura, la Copa Sudamericana y este Torneo de Clausura. Inolvidable además, porque demuestran que el buen fútbol, el ir hacia adelante y jugar al ataque también permiten celebrar campeonatos. Y porque no dejó dudas de que, hoy por hoy, es el mejor equipo del país.