La cámara baja del Parlamento francés aprobó el jueves un proyecto de ley que penaliza la negación del genocidio armenio, a pesar de las reiteradas advertencias de Turquía de que tal decisión tendría graves consecuencias diplomáticas y económicas.
El texto, votado a mano alzada, fue adoptado por una clara mayoría de los aproximadamente 50 diputados presentes, con apenas una media docena de votos en contra, y ahora deberá ser sometido a votación en el Senado, en fecha aún no definida.
La propuesta de ley se propone “reprimir la negación de la existencia de los genocidios reconocidos por la ley”, y estipula una pena de prisión y multa de 45.000 euros.
En 2001, Francia reconoció el genocidio armenio perpetrado entre 1915 y 1917 durante el imperio otomano, que dejó 1,5 millones de muertos, según los armenios.
Unos 4.000 manifestantes, representantes de organizaciones franco-turcas, siguieron la votación frente a la sede de la Asamblea nacional EN París, con carteles donde se leía: “La historia no debe servir a la política”.
El gobierno de Turquía ya dejó claro que la aprobación de esta ley tendría consecuencias “irreparables” para las relaciones entre los dos países.
“Quiero dejar bien claro que si esos esfuerzos llegan a su objetivo, las consecuencias para las relaciones políticas, económicas, culturales y cualquier otro dominio con Francia serán graves”, expresó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan en una carta enviada al presidente francés, Nicolás Sarkozy.
“Deseo sinceramente que usted mantenga su promesa de frenar esta iniciativa y evite de esa forma pasos que tendrán consecuencias irreparables”, apuntó Erdogan en su carta.