El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, estimó en el periódico Financial Times del lunes que la confianza no podrá ser restaurada en la zona euro “destruyendo la credibilidad del BCE”.
“Lo importante es restaurar la confianza de la gente -de los ciudadanos como de los inversores- en nuestro continente”, dijo en una larga entrevista publicada por el diario en su página internet, recordando que “la política monetaria no lo puede todo” para limitar las tensiones en el mercado de bonos.
Draghi estimó que la acción del BCE en el mercado de bonos, en donde tiene dificultad en hacer bajar las tasas de los países más débiles de la zona euro, tiene límites ya que el costo del crédito para los países “depende en cierta manera, no de nuestra política de tasas a corto plazo, sino de la diferencia de tasas” en el mercado.
Draghi recordó una vez más que es imprescindible que los Estados logren calmar a los mercados mediante una disciplina presupuestaria y reformas estructurales para relanzar el crecimiento económico.
El máximo responsable del BCE manifestó también que es necesario tener operativo rápidamente un cortafuegos, como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). La institución financiera estará en disposición de actuar como gestor del FEEF a partir de enero, según Draghi.
Por otro lado, el presidente del BCE aseguró que “el retraso para convertir el FEEF en operativo ha aumentado los recursos que necesitaba para estabilizar los mercados” y juzgó “prematuro y probablemente falso decir que el FEEF está muerto”.
Draghi concedió la entrevista al diario económico británico en momentos en que las agencias de calificación financiera amenazan con rebajar la nota crediticia de varios países de la zona euro tras la cumbre europea celebrada en Bruselas los pasados 8 y 9 de diciembre en donde la desunión, principalmente británica, alimentó cierta decepción.
En esa cumbre se decidió que el BCE sería el encargado de gestionar el FEEF y el futuro Mecanismo Europeo De Estabilidad (MEDE), que sustituirá al primero.
El FEEF es un instrumento financiero para lograr dinero en los mercados, con una garantía aportada por los Estados de la zona euro, y distribuirlo posteriormente entre los países en dificultades como Portugal o Irlanda, con unos intereses menores que si esos países tuvieran que acudir por sí mismos a los mercados para financiarse.
Pese a estas medidas adoptadas, las divergencias dentro de la zona euro, en particular sobre el papel del BCE, no desaparecieron.
Draghi también se mostró “triste” por la agria disputa entre Reino Unido y el resto de la Unión Europea por la negativa de Londres de unirse a un paquete de medidas fiscales para solucionar la crisis de la deuda.
“Reino Unido necesita a Europa y Europa necesita a Reino Unido”, sentenció el jefe del BCE.