El año 2011 fue el de la consagración del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) en el Mundial de Fórmula 1, con un segundo título consecutivo para el joven piloto de 24 años, que batió récords y dejó sin aliento a sus rivales, empezando por el español Fernando Alonso.
Desde que fichó por Red Bull, la evolución de Vettel ha ido ‘in crescendo’, con 4 ‘pole positions’ en 2009, 10 en 2010 y 15 en 2011, un récord en la categoría.
Pero sobre todo fueron espectaculares sus victorias, que pasaron de 4 en 2009 y 5 en 2010 a las 11 en este 2011, con las que se convirtió en el rey absoluto de la disciplina.
Unas cifras que apabullaron a sus competidores (“invencible” era la palabra más repetida tras cada nueva victoria) y que permitieron a Vettel coronarse en el Gran Premio de Suzuka, disputado en octubre en Japón, cuando todavía quedaban cuatro carreras para terminar la temporada.
“Ganar dos veces el título de campeón a su edad, tras una temporada en la que lo logró todo, en las clasificaciones, en las carreras, y de manera tan perfecta es sorprendente, se lo merece”, reconoció Alonso, cuarto en la general tras una temporada complicada para él y su escudería Ferrari.
La victoria de Vettel a cuatro carreras del final, algo que sólo había conseguido su compatriota Michael Schumacher, selló una temporada excepcional que recordaba a los tiempos de gloria de ‘Schumi’, siete veces campeón del mundo.
“No hay ningún secreto, fue una victoria paso a paso. Quizás lo más difícil fue ganar este año después de haber ganado el anterior, volver a empezar”, dijo Vettel tras ganar en Japón, haciendo de nuevo gala de su sencillez tan apreciada por sus fans que expanden a todo velocidad la ‘Vettelmania’ por todo el planeta.
Por detrás quedaron Jenson Button, segundo en la general, y el australiano Mark Webber, tercero, un año más a la sombra de Vettel en Red Bull.
Para Button y su compañero en McLaren, el también británico Lewis Hamilton (5º en la general), el año fue positivo y estuvieron en muchas ocasiones codo con codo con Vettel, llevándose seis victorias.
Pero quizás por falta de entrenamiento en la pretemporada, la escudería británica, a pesar de disponer de un buen vehículo, fue incapaz de superar al monoplaza de Red Bull.
Por su parte, Webber, tercero, tras un año 2010 en el que estuvo entre los pretendientes al título, sufrió un bajón en 2011, con tres ‘poles positions’ y una única victoria ‘in extremis’ en el Gran Premio de Brasil, el último de la temporada, disputado en noviembre.
Pero quizás una de las mayores decepciones del año fue la de Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo, en 2005 y 2006 con Renault, que reconoció sin ambages que “este año lo tuvimos todo menos la victoria”.
Los problemas del asturiano se mezclan con los de su escudería Ferrari, y a pesar de tener una estrategia más eficaz que sus rivales, con buenas salidas y un gran pilotaje, no consiguió imponerse a Vettel.
Alonso sólo se llevó uno de los 19 grandes premios del año, el de Silverstone en junio, mientras que su compañero en la ‘Scuderia’, el brasileño Felipe Massa, fue casi invisible durante la temporada, sin ni siquiera acercarse al podio.
Su veterano compatriota Rubens Barrichello, de 39 años, tampoco vivió una buen año y su futuro con Williams está en el aire y podría incluso decidir retirarse tras 19 temporadas en Fórmula 1.
El año 2011 también fue el del estreno en Fórmula 1 de dos latinoamericanos, el mexicano Sergio Pérez (Sauber) y el venezolano Pastor Maldonado (Williams), que terminaron en unos discretos 16º y 19ª lugar de la clasificación general.
Maldonado ya anunció que continuará en 2012 conduciendo uno de los monoplazas de Williams, a pesar de sólo haber logrado un punto.
“Pastor ha probado este año que no sólo es rápido, sino que es capaz de mantener un ritmo consistente y fuerte”, comentó Frank Williams, jefe de la escudería.
“Creo que ha sido una temporada muy positiva, en la que me pasó de todo y he aprendido mucho”, explicó por su parte ‘Checo’ Pérez, que seguirá en 2012 con Sauber, y que fue protagonista en mayo de un espectacular accidente en el Gran Premio de Mónaco del que tardó varias semanas en recuperarse.
El año también estuvo marcado por la ausencia del polaco Robert Kubica (Lotus Renault) que tuvo un accidente muy grave en un rally en febrero, en el que estuvo a punto de perder una mano, y tuvo que renunciar a toda la temporada para recuperarse.