Ayer lunes, el monumento perteneciente al escultor y profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, José Balcells Eyquem, “Cabo de Hornos”, cumplió 19 años, monolito de 7 metros de altura que representa un albatros en vuelo, el ave gigante de los mares australes, y emblema de la Cofradía Internacional de los Capitanes del Cabo de Hornos.

El proyecto comenzó a fines de 1990, y contó desde un inicio con el apoyo del entonces Comandante en Jefe de la Armada de Chile, almirante Jorge Martínez Bush. La elección de la obra, se realizó mediante una convocatoria pública destinada a todos los artistas que quisieran participar.

Fueron 15 los proyectos recibidos, los cuales fueron revisados por el Colegio de Arquitectos de Chile. Finalmente, fue el albatros de Balcells el elegido.

Los organizadores debieron iniciar una potente campaña de recaudación de fondos, debido a la complejidad técnica que implicaba erigir la obra ganadora, considerando que la estructura, debería soportar vientos de hasta 200 kilómetros por hora.
Por su parte, fue responsabilidad del Departamento de Obras y Construcciones de la Tercera Zona Naval, con asiento en Punta Arenas, el encargado de erigir la obra, junto a personal de la Armada del Distrito Naval Beagle, DISNABE, de Puerto Williams.

La obra de 7 metros de altura, está compuesta por dos cuerpos independientes de cinco placas de acero cada una, y se encuentra sobre una colina a 50 metros sobre el nivel del mar.

Finalmente, y tras largo y arduo trabajo de muchas personas que colaboraron de diferentes formas, el monumento al Cabo de Hornos, hoy es símbolo de marinos y aventureros, postal obligada para quienes tienen la oportunidad de pasar por su lado, luego de surcar las caprichosas aguas de los mares del extremo sur.