Una guerrillera capturada en el sur de Colombia, donde el sábado fueron ejecutados cuatro uniformados secuestrados por las FARC hacía más de 12 años, aseguró a un diario local que la instrucción era la de matar a los cautivos si se detectaba la presencia de la fuerza pública.
“No tuve nada que ver, pero la orden ya estaba dada”, dijo Sandra Velásquez (alias ‘Rosalba’), capturada por el ejército en los combates que llevaron al asesinato de los rehenes, en declaraciones divulgadas este martes por el diario El Tiempo de Bogotá.
Los secuestrados “estaban desesperados y enfermos”, dijo Velásquez, quien podría ser sentenciada a 60 años de prisión y aceptó ante la Fiscalía los cargos de homicidio en persona protegida, secuestro extorsivo, terrorismo y rebelión.
Tras enfrentamientos el sábado con una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en una zona selvática del departamento de Caquetá (sur), militares encontraron los cuerpos sin vida de tres policías y un miembro del ejército que eran rehenes de la guerrilla, el más antiguo secuestrado el 21 de diciembre de 1997.