El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este jueves por unanimidad poner fin a la misión militar internacional en Libia, que había sido autorizada en marzo después de que Muamar Gadafi lanzara ataques letales contra las protestas opositoras.
Los 15 miembros del Consejo decidieron poner fin a la zona de exclusión aérea para proteger a los civiles a partir de las 23H59 (hora local libia) del 31 de octubre.
La OTAN, que puso en vigor la zona de exclusión aérea que jugó un papel clave en la caída del régimen de Gadafi, dijo que está analizando nuevas formas de ayudar al Consejo Nacional de Transición (CNT), que solicitó una prórroga del mandato de la alianza.
El CNT pidió este miércoles que la OTAN mantenga sus fuerzas en el país al menos “hasta fin de año”, asegurando que, incluso tras la muerte de Gadafi, sus más fieles partidarios representan una amenaza para el país.
El cuerpo directivo de la OTAN se reunirá el viernes en Bruselas para declarar formalmente el fin de su misión de siete meses.
La resolución 2016 del Consejo de Seguridad también flexibilizó el embargo de armas que pesa sobre Libia, de modo que el CNT pueda adquirir armamento y equipos para su seguridad nacional.
También pone fin a la congelación de activos de la Corporación Nacional de Petróleo de Libia, la Zuetina Oil Company, así como a las restricciones vigentes al Banco Central de Libia, el Libyan Arab Foreign Bank, la Autoridad Inversora libia, y la cartera de inversiones de África en Libia.
El CNT declaró la “liberación” formal de Libia el 23 de octubre, tres días después de la muerte de Muamar Gadafi.
La aprobación en marzo de una zona de exclusión y los ataques aéreos habían dividido a los miembros del Consejo de Seguridad. Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica acusaron a la OTAN de sobrepasar el mandato que le había sido otorgado.
El embajador ruso Vitali Churkin habló de “numerosas violaciones” de las resoluciones de la ONU, señalando que el Consejo de Seguridad “debería aprender las graves lecciones”.
Por su parte, el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, mostró el “orgullo” de su país por haber tomado parte en las operaciones militares.
En su resolución, la ONU reitera la necesidad de un período de transición en Libia “orientado hacia la democracia, el buen gobierno, la vigencia de la ley, la reconciliación nacional y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo libio”.
Sin referirse explícitamente a las confusas circunstancias de la muerte del ex hombre fuerte de Libia, los quince miembros del consejo “exhortan a las autoridades libias a evitar las represalias, incluyendo las detenciones arbitrarias (y) las ejecuciones sumarias”.