El grupo que se tomó el ex Congreso aseguró que no los ayudó ningún parlamentario en la acción y defendió la medida argumentando que es ahí donde se toman las decisiones en las que a ellos les interesa influir.
Como la única forma de solucionar el conflicto estudiantil calificaron los manifestantes, la demanda que les llevó a tomarse la sede parlamentaria, que era la realización de un plebiscito vinculante.
Según ellos, la medida fue necesaria, porque tras cinco meses de movilización, el Gobierno no se ha abierto a estudiar la posibilidad de entregar educación gratuita, ni terminar con el lucro en los colegios y universidades.
El coordinador de Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, aseguró que esta muestra de presión fue ejecutada sólo por organizaciones ciudadanas y no contó con la ayuda de ningún parlamentario.
El vocero de los 25 secundarios que participaron del acto, Matias Cárdenas, recalcó que sólo fue un emplazamiento y que en ningún caso el objetivo fue golpear al ministro de Educación.
El coordinador político del Movimiento por la Diversidad Sexual, Fernando Muñoz, insistió en que el sistema está en crisis y el Gobierno ha sido incapaz de dar una solución, por lo que la ciudadanía se ve obligada a actuar.
Los dirigentes harán llegar al Congreso una propuesta que avance en esta dirección.