Fueron miles los jóvenes y adultos que se reunieron durante la jornada del jueves en las calles de Concepción para realizar una nueva marcha en protesta por una mejor calidad de educación.
Los estudiantes secundarios y los profesores fueron los primeros en llegar a la Plaza Independencia, en el centro de la ciudad, para hacerse protagonistas en esta movilización de carácter pacífico reflexivo.
Horas más tarde, las cuatro universidades tradicionales de la zona se reunieron con los secundarios y profesores para conformar una segunda marcha que, con carteles, gritos, pancartas y batucadas, se hicieron oír y mostraron sus demandas ante la ciudadanía.
Uno de los puntos importantes tomados en cuenta por los asistentes a la marcha fue el diálogo recién iniciado con el gobierno.
Ante esto el presidente de la Federación de secundarios de Concepción, Roberto Toledo, apuntó a mantener la movilización para no repetir los errores de los “pingüinos” el 2006.
Por su parte, el vicepresidente de la federación de estudiantes de la
Universidad de Concepción, Esteban Valenzuela, señaló que más que negociación, aquí comienza un diálogo que busca tener incidencia y respuestas concretas en el presupuesto nacional.
En el caso de los profesores, la presidenta regional del Magisterio, Patricia García, señaló que para restablecer esas confianzas se hace necesario que el Ejecutivo entregue las señales correctas.
Posteriormente, como ya se ha visto en movilizaciones anteriores, un grupo importante de jóvenes se devolvió hasta la Universidad de Concepción para dar finalización a la marcha, ocasión aprovechada por encapuchados para levantar sendas barricadas y comenzar a lanzar piedras a locales particulares.
Ante la situación Carabineros intervino con los carros policiales y piquetes que lograron hacer retroceder a los manifestantes, quienes ubicaron como puntos de conflicto el sector de los estacionamientos de la Universidad de Concepción y el Arco de Medicina.
Los encapuchados reaccionaron lanzando piedras, incluso usando boleadoras para ello, además de bombas molotov y botellas con pintura, a lo que la fuerza pública respondió con carros lanza aguas y gas lacrimógeno, deteniendo a más de una veintena de personas.
De esta forma finalizó una nueva movilización estudiantil, que, por un lado, se manifestó en la calle con una colorida marcha, y que por otro absolutamente paralelo y opuesto, generó enfrentamientos en los inicios del diálogo entre estudiantes y el Ejecutivo.