Todos aquellos que han pasado por la escuela tienen la imagen del clásico mapamundi muy internalizada en su cabeza. Lo cierto, es que este modelo geográfico rectangular y plano no representaría tan fielmente la realidad.
Según indica Yahoo!, si bien esa gráfica del planeta -conocida como Mercator- es sólo una proyección, el problema surge porque la Tierra es un cuerpo esférico tridimensional y en los mapas se ven sólo 2 dimensiones.
Se explica que si la Tierra fuera un globo elástico sin aire y se introdujera en un cilindro rígido para luego ser inflado, adquiriría la forma de este objeto. Luego, si se cortara con un cuchillo y posteriomente se estirara, obtendríamos un mapa sin polos, en que Groenlandia se ve con un tamaño casi igual al de África, aunque en realidad es 14 veces más pequeña que el llamado “continente negro”. Así es el modelo Mercator.
En Yahoo!, señalan que “cuanto más cerca nos encontremos de la línea del Ecuador, más cercana a la realidad es la proyección Mercator. Por el contrario, cuanto más cerca de los polos, más distorsión encontramos”.
Esto, haría que Groenlandia se vea tan grande como Sudamérica (pese a que es 8 veces más pequeña), y también mostraría al hemisferio norte mucho más grande que el sur, a pesar de que el Ecuador debería dividir al mundo en 2 partes iguales. Esa última situación ha motivado que algunos califiquen la popular proyección como imperialista, pues hace ver a Sudamérica o África más pequeñas.
Isabel del Bosque, ingeniera superior en Geodesia y Cartografía y responsable de la Unidad de Sistema de Información Geográfica- CCHS del CSI, dijo hace un tiempo que “no se pueden conservar todos las aspectos de la Tierra en un mapa: obligatoriamente tienes que ir a una distorsión, ya sea en área, en ángulos, en distancia, etc. Se trata de jugar con las distorsiones”.
Si bien es prácticamente imposible graficar el planeta tal y como es proporcionalmente, existen algunos modelos que se aproximan más que otros. Según señalan algunos expertos, una de las más idóneas sería la proyección de Werner, de 1515, la cual tiene forma de corazón.