Varias compañías aéreas de todo el mundo anularon o retrasaron este sábado sus vuelos a la costa este de Estados Unidos ante la inminente llegada del huracán Irene, al tiempo que las autoridades estadounidenses decidieron cerrar los aeropuertos de Nueva York.
La medida afecta a los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark, dijo a la AFP un portavoz de las autoridades aeroportuarias de Nueva York y Nueva Jersey.
Pese a que muchas compañías anularon todos sus vuelos de salida de la costa este, se seguían registrando algunos despegues.
La compañía alemana Lufthansa anunció la cancelación de todos sus vuelos con destino o procedentes de Nueva York para el sábado y el domingo, así como la anulación de todas las conexiones con Boston y Filadelfia para el domingo, según sitio web de la empresa.
Air France también canceló todos sus vuelos hacia y procedentes de Nueva York para el fin de semana, mientras que el resto de conexiones con otras ciudades de la costa este pueden sufrir retrasos.
Además, la compañía francesa informó que no aceptará “a los niños de entre cinco y 14 años” que viajen solos en los vuelos afectados por estas medidas debido.
La británica British Airways explicó en su portal que “empezó a anular vuelos de y hacia ciudades estadounidenses” y recomendó a sus pasajeros consultar el estado de sus vuelos antes de viajar.
La compañía Iberia canceló todos los vuelos previstos el sábado y el domingo hacia Nueva York.
La chilena LAN retrasó dos conexiones entre Nueva York y Santiago y canceló dos otros vuelos que cubrían la ruta entre Nueva York y Guayaquil (Ecuador) y al revés, todos previstos para el sábado.
La compañía Cathay Pacific canceló tres vuelos entre Hong Kong y Nueva York y otros tres en sentido contrario.
La japonesa All Nippon Airways (ANA) decidió retrasar hasta el lunes dos de sus conexiones con destino o procedentes de Nueva York, programados inicialmente para el domingo.
La compañía Emirates, con base en Dubai, anuló sus vuelos de o hacia Nueva York para el fin de semana.
Está previsto que Irene toque el sábado las costa de Carolina del Norte, antes de dirigirse hacia Washington, Nueva York y Boston.
Las autoridades estadounidenses ordenaron la evacuación de 250.000 personas en la ciudad de Nueva York ante los posibles daños que pueda dejar el huracán tras de sí.