Restos de peligrosos químicos, tanto para el medio ambiente como para la salud, se han encontrado en productos de 14 grandes marcas de ropa, denunció este martes la organización ecologista Greenpeace en su informe “Ropa sucia 2″.
Los análisis de muestras de ropa de marcas como Adidas, Uniqlo, Calvin Klein, H&M, Abercrombie & Fitch, Lacoste, Converse y Ralph Lauren han puesto en evidencia que se han utilizado productos químicos conocidos como nonilfenol etoxilado en su fabricación, dijo la organización.
El activista de Greenpeace Li Yifang dijo que el nonilfenol etoxilado, comúnmente utilizado en detergentes en industrias y en la producción de textiles naturales y sintéticos, fue detectado en dos tercios de las muestras analizadas.
“El nonilfenol etoxilado tiene propiedades tóxicas, persistentes y produce trastornos hormonales”, dijo Li a la prensa en Pekin.
“Mimetiza las hormonas femeninas, altera el desarrollo sexual y afecta a los sistemas reproductivos”, aseguró.
A los componentes de este químico se debe la extendida “feminización” de peces macho en partes de Europa así como los trastornos hormonales en algunos mamíferos, según la organización también protectora de la biodiversidad WWF.
Greenpeace dijo que compró 78 piezas de ropa de estas marcas, la mayoría hechas en China, Vietnam, Malasia y Filipinas en 18 países y las sometió a análisis científicos.
“Incluso en bajos niveles representan una amenaza para el medio ambiente y para la salud humana”, dijo Li.
“No es solo un problema para el desarrollo de los países donde se fabrica” la ropa. Y es que en el lavado, estas prendas desprenden niveles residuales de nonilfenol etoxilado, lo que afecta a los países donde de hecho está prohibido su uso, alertó.
El uso de los químicos está restringido en Europa.
Con motivo de la divulgación del informe, activistas de Greenpeace entraron en una tienda de Adidas en Hong Kong para instar a la marca a eliminar el uso de químicos peligrosos en sus productos y recordar a los potenciales clientes que se lo piensen antes de comprar sus productos.
Adidas también estuvo en la mira de otro informe de Greenpeace, “Ropa sucia”, divulgado el mes pasado, en el que acusó al fabricante de contaminar grandes ríos en China con los desechos químicos.
Cerca de una docena de activistas de Greenpeace vestidos con uniforme de árbitros de fútbol irrumpieron con sus silbatos en una de las tiendas más concurridas de Adidas en la sureña ciudad china.
Allí distribuyeron panfletos de la campaña a los clientes y enseñaron tarjetas amarillas a los empleados del comercio, pidiendo a la marca que “juegue limpio”.
Ocho muestras de agua tomadas en dos fábricas situadas en los deltas de los ríos Yangtze y Perla, que suministran productos a algunas de estas marcas, contienen un “cóctel de peligrosos químicos”, dijo la ONG en el informe del mes pasado.
Nike y Puma, las otras grandes marcas de ropa deportiva, han asegurado desde entonces que eliminarán el uso de químicos tóxicos de sus productos para el 2020, pero Adidas no lo ha hecho, según la portavoz de Greenpeace Vivien Yau.
Adidas Hong Kong no respondió a las llamadas para obtener comentarios.
Pero la empresa había dicho con anterioridad que utiliza al grupo Youngor, uno de los fabricantes acusados, sólo para cortar y coser las prendas, y no para fabricarlas, aunque ha pedido a Youngor que investigue las denuncias de Greenpeace.
Agregó asimismo que tiene una política de evitar las sustancias peligrosas.
Sin embargo, Yau dijo que en tanto que segunda marca más importante de ropa deportiva, “Adidas tiene la obligación de desintoxicar su cadena de suministro mundial”.
“Hasta ahora, la marcha no ha hecho nada pese a las repetidas demandas nuestras, lo que es realmente inaceptable”, zanjó.