México se quedó con el tercer lugar de la Copa Mundial Sub-20 de fútbol Colombia-2011 al vencer 3-1 (1-1) a Francia en partido disputado este sábado en el estadio El Campín de Bogotá (2.640 m de altitud).
Los goles del once azteca fueron convertidos por el delantero Ulises Dávila, a los 12 minutos, el capitán y volante Jorge Enríquez (49), y el también atacante Edson Rivera (71), mientras que el tanto galo lo marcó el ariete y goleador Alexandre Lacazette (8).
La tricolor logró así conquistar la medalla de bronce, su mejor ubicación desde el vicecampeonato que alcanzó en el primer Mundial Sub-20 que ganó la desaparecida URSS en Túnez-1977.
El cuarto lugar representa para Francia la mejor ubicación alcanzada en una Copa Mundial Sub-20 de la FIFA.
México y Francia protagonizaron un intenso y animado partido desde el primer minuto de juego, con ocasiones de gol desde el inicio para los dos combinados.
Los aztecas inquietaron desde el pitazo inicial del juez paraguayo Antonio Arias con un remate al pórtico del zaguero César Ibañez que controló el guardameta galo Johathan Ligali.
A los 4 minutos un desborde de Gilles Sunu derivó en un centro al ras que atenazó José Rodríguez ante la peligrosa arremetida del goleador Alexandre Lacazette.
La presión ejercida por los dirigidos por Francis Smerecki empezaría a dar resultados a los 8, cuando el volante Timothee Kolodziejczak desbordó por la izquierda y su centro sobrepasó a los zagueros para ser empalmado con potente frentazo por Lacazette, quien envió el balón directo a las redes.
La lluvia que cayó sobre la grama del estadio El Campín dio más emotividad al encuentro por el tercer puesto del Mundial, provocando algunos resbalones e influyendo al parecer en el gol de empate mexicano.
A los 12 un disparo de media distancia de Ulises Dávila se le coló por entre las piernas a Ligali, en un ‘blooper’ que acompañará al portero francés durante parte de su carrera como una sombra.
El empate provisional continuó hasta el descanso, con jugadas intrascendentes salvo un dudoso penal que el juez paraguayo no sancionó a los 22 cuando Lacazette fue derribado por el arquero Rodríguez. El árbitro no lo vio así y cobró falta del francés por supuestamente similar el penal.
La segunda etapa de juego arrancó vibrante y ya a los 49 México quebraba la paridad con un gol de Jorge Enríquez, que remató solo a puerta del arco tras cumplirse una de las reglas de oro del fútbol: dos pases de cabeza dentro del área rival suelen acabar en gol.
México siguió atacando sin pausa a una Francia que, por momentos, parecía a punto de arrojar la toalla. La sensación se percibió también en las tribunas, donde los más de 35.000 aficionados empezaron a alentar al multiracial equipo.
De la mano de Kolodziejczak, Sunu y Antoine Griezmnann, la oncena gala pugnó en busca de aminorar la cuenta y revertir el marcador para asirse del tercer puesto del Mundial.
La tricolor se plantó bien atrás con Jorge Valencia y Diego Reyes en la zaga, y con Enríquez y Diego de Buen desde el medio terreno reforzando la contención para anular a los rivales en la zona de gestación.
Los frutos se tradujeron en el tercer gol de México a los 71 por intermedio de Edson Rivera, quien cabeceó libre de marca un tiro de esquina lanzado por Ulises Dávila, la gran figura de esta exitosa noche mexicana en El Campín.
Francia trató en vano durante los últimos mintuos de reducir la diferencia, pero el partido ya estaba liquidado ante la superioridad de los mexicanos.