Diez personas murieron en lo que va de agosto en la región andina de Ecuador por consumo de licor adulterado, con lo que aumentó a 45 la cifra de fallecidos por esa causa en todo el país desde la primera muerte a mediados de julio, informó este miércoles el ministerio de Salud.
Ocho de esas muertes ocurrieron en la provincia de Azuay (sur) y dos en la de Tungurahua (centro) por la ingesta de una mezcla de alcoholes etílico (apto para consumo humano) y metílico (de uso industrial), según la entidad.
Los decesos se registran desde el pasado 12 de julio y en total se han confirmado 161 casos de intoxicación con metanol, mientras que un número no precisado de personas quedaron ciegas o sufrieron daños renales.
Las autoridades mantienen bajo observación a otros 12 pacientes sospechosos de haber consumido alcohol metílico mezclado en licores artesanales o en bebidas con registros sanitarios falsos en las provincias de Tungurahua, Azuay y Los Ríos (suroeste).
A raíz de la emergencia, el gobierno decretó el 17 de julio el estado de excepción por dos meses y la prohibición de venta y consumo durante tres días. Esta última medida se ha replicado temporalmente en otras regiones.
La situación más grave se presentó en la provincia de Los Ríos, donde hubo 20 muertes en el marco de una celebración religiosa.
Mientras tanto, los operativos de la Policía y las Fuerzas Armadas continúan en varias zonas para detener a quienes distribuyeron las bebidas y decomisar alcohol sin registro sanitario.
En desarrollo de esas acciones han sido confiscados cientos de litros de licor adulterado y clausurada una fábrica de vino en Tungurahua, cuyos productos están siendo retirados del mercado.
Las autoridades también han señalado tener indicios del lugar donde se distribuyó la mayor cantidad de alcohol metílico.