Facebook y Twitter se han vuelto tan influyentes e importantes en la vida de las personas, que si sus servicios dejan de operar un par de minutos se genera de inmediato un “estado de crisis” dentro de la red.
En este contexto un estudio postula que pasar demasiado tiempo en estos sitios puede acarrear más problemas que beneficios, pese a que el propósito original de estas redes es conectarse con viejos amigos y compartir con las demás personas.
Cono informó LeesbughPatch.com de acuerdo a uno de los miembros de la Asociación de Psicología Estadounidense, Larry Rosen, los resultados de estudios que ha realizado durante los últimos 25 años sobre los efectos de la tecnología en las personas muestran interesantes datos.
Por ejemplo Rosen descubrió que aquellos adolescentes que utilizan más la tecnología, como los videojuegos o internet, faltan más a clases y tienden a tener más dolores de estómago, problemas para dormir, ansiedad y depresión.
En cuanto a problemas de salud mental tanto jóvenes como adultos que se mantienen conectados a Facebook durante períodos largos y consecutivos, desarrollan personalidades narcisistas, debido principalmente a que al poder publicar información acerca de ellos mismos durante todo el día, y mantener una audiencia cautiva en su muro, puede resultar altamente adictivo.
Adicionalmente, se menciona que entre más tiempo pase el usuario en Facebook existe más tendencia a desarrollar personalidades antisociales, paranoicas e incluso aumentar el uso del alcohol.
Otra observación que cabe destacar del estudio, es el hecho de que las redes sociales generan déficit de atención en sus usuarios.
Rosen observó asimismo a estudiantes de todas las edades en intervalos de 15 minutos, y encontró que la gran mayoría sólo podía mantener la concentración durante 2 ó 3 minutos antes de volcar su atención en algo no relacionado con sus estudios, lo que usualmente era un mensaje de texto o una aplicación en el celular.
Con toda esta información, si un padre está preocupado por la salud de su hijo ¿Qué puede hacer?…
Se menciona que se deben mantener las líneas de comunicación abiertas. Al igual que uno conversa con los hijos sobre las drogas y el alcohol, también se debe hacer con la tecnología.
Y aunque puede sonar obvio, es muy importante dar el ejemplo: si el padre está siempre revisando su celular o descargando aplicaciones, el hijo tomará esa conducta y la imitará.