¿Sabías que muchas decisiones que tomas para mejorar tu salud, pueden hacerte daño a largo plazo? Y es que algunos hábitos considerados “saludables” por la sociedad, muchas veces no lo son tanto.
Por ello, te invitamos a conocer cuáles son esas conductas que debes evitar, porque en realidad… son más malas que buenas. (Vía Woman’s Day)
1. Usar jabón desinfectante para manos, compulsivamente
Si usas jabón gel desinfectante cada vez que tienes contacto con el mundo exterior, es mejor que dejes de hacerlo tan a menudo.
Si estás en un lugar propenso a los gérmenes como un hospital, desinfectar las manos es muy bueno, aseguró el doctor Richard Gallo, jefe de la División de Dermatología de la Universidad de California-San Diego. Sin embargo, hay que asegurarse que el alcohol gel que utilizas no tenga triclosán, pues este compuesto puede promover la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
2. Experimentar con productos para la piel.
Muchos han sentido la tentación de comprar cremas y sueros para la piel que prometen sacar unos años de encima y dejarnos el rostro tan terso como porcelana. Pero cambiar de producto cada unas cuantas semanas no es tan beneficioso, ya que puede generar rosácea (condición que provoca enrojecimiento de la piel e inflamación). “Siempre he animado a mis pacientes a crear un régimen diario y aferrarse a él”, dijo Jody Levine, dermatóloga de Nueva York.
“Las mujeres se aburren fácilmente con su rutina de belleza, sobre todo si no ven resultados inmediatamente. Puede tomar entre 6 y 8 semanas ver los cambios. Si estás usando un producto para aumentar el colágeno, tendrás que esperar 6 meses para ver resultados” señaló la experta.
“La gente puede estar sensibilizando su piel, al probar diferentes productos, de los cuales muchos tienen grandes concentraciones de fragancia y otros compuestos que producen este efecto” explicó Levine. En lugar de siempre intentar algo nuevo, lo mejor es seguir con lo que siempre has usado, o simplemente consulta a un dermatólogo para desarrollar una nueva rutina. Un régimen compatible con tu piel, la “mantendrá clara, limpia y suave. La regla general es no esperar milagros, sobre todo cuando has usado muchos productos antiedad de venta libre”.
3. Usar sandalias “hawaianas”.
Renunciar a los tacos altos y las botas de punta para usar unas “hawaianas”, da a tus pies una sensación de descanso y libertad. Sin embargo, este tipo de sandalias no son tan beneficiosas. Según Jordana Szpiro, cirujana y podóloga de Boston, este calzado “no tiene soporte para el arco y no da sostén estructural a los pies, por lo que puede aumentar el riesgo de fracturas. Y es que los pies sin soporte suficiente pueden estar muy tensos porque deben apoyar mucho peso”, explicó.
“La tendinitis es también es un problema común como resultado del uso de hawaianas, ya que al tratar de mantener el zapato al caminar, se producen tirones en los músculos en la parte superior e inferior de los pies” agregó.
La experta además aconsejó no caminar descalzo, incluso si estás en la piscina. “Aparte de no dar ningún tipo de apoyo los pies, andar sin zapatos puede ser un reto para aquellos propensos a las enfermedades infecciosas de la piel como las verrugas y el pie de atleta, que se propagan fácilmente de la piscina, en los salones de pedicura y en los gimnasios.”
Szpiro recomienda usar sandalias cómodas que tengan más apoyo.
4. Cepillarse los dientes inmediatamente después de cada comida.
Correr a cepillarse los dientes inmediatamente después de cada comida puede parecer una excelente práctica para mantener la salud bucal, pero de acuerdo a Greg Diamond, periodoncista de Nueva York, es mejor esperar.
La comida genera ácido en los dientes, lo cual puede debilitar el esmalte, y el cepillado durante ese estado de “debilidad” puede terminar perjudicando nuestra dentadura. Para desalojar las partículas de comida que quedan después de comer, se recomienda simplemente enjuagar la boca con agua y esperar un rato para el cepillado.
Además, el experto aconsejó pasar el cepillo con movimientos circulares. Según Diamond, esto mejorará las posibilidades de eliminar las bacterias perjudiciales que se acumulan entre dientes y encías. En cambio, cepillarse los dientes de arriba a abajo, puede dejar atrás los microorganismos dañinos que causan enfermedades, mientras que la aplicación con presión excesiva puede conducir a la retracción de las encías.
5. Sólo hacer ejercicio “cardio”
Se asume que la mejor manera de perder peso es seguir la misma sesión de cardio, pero “si sólo haces cardio, tu cuerpo se acostumbra a la rutina y comenzarás a quemar menos grasa con el tiempo” dice Joseph Ciccone, terapeuta físico en ColumbiaDoctors Eastside Sports Therapy en Nueva York.
Además, pasar por movimientos repetitivos en una máquina caminadora o elíptica puede provocar lesiones en los músculos.
Es mejor integrar entrenamiento de resistencia para crear masa muscular, lo que te ayudará a quemar más calorías durante el día incluso cuando estás en reposo, afirmó Jennifer Fleischer, entrenadora de ejercicio y nutrición en el Gimnasio Integral en San Francisco. Ella también recomendó renovar tu rutina de cardio, mezclándola con otras disciplinas. Trata de hacer 30 segundos de movimiento de alta intensidad, ya sea en la caminadora, máquina elíptica o en la piscina, seguido de 90 segundos de recuperación a un ritmo moderado.
Las explosiones de intensidad, seguidas de una recuperación efectiva, son buenas para quemar calorías y grasa.
6. Saltarse comidas para poder comer más después
“Las mujeres caen en el hábito de ahorrar las calorías para poder comer más adelante”, dice Danine Fruge, director médico Pritikin Longevity Center + Spa en Miami.
Por ejemplo, muchas féminas almuerzan poco o nada para luego poder tomarse unos tragos al final del día sin sentir culpa por el exceso de calorías.
“Lamentablemente, cuando te saltas el desayuno o el almuerzo es posible que desarrolles ansiedad e irritabilidad, que te puede llevar a comer en exceso más tarde en el día”, explicó.
Un enfoque más inteligente para comer sería: Consumir proteínas y refrigerios ricos en nutrientes que te mantendrán satisfecho durante todo el día, para que si luego te enfrentas a un cóctel lleno de alimentos y tragos calóricos no sientas tantas ganas de devorarlos.
7. Limpiar con productos desinfectantes.
Mantener tu casa inmaculada y libre de gérmenes usando productos de limpieza desinfectantes puede parecer el camino ideal hacia la salud perfecta, sin embargo, no necesariamente es así. “Estos productos no han demostrado ser más eficaces que los productos de limpieza regulares, además hay evidencia de que algunos químicos usados en la desinfección, llamados compuestos de amonio cuaternario, puede producir asma,”, dijo Rebecca Sutton, doctora y científica del Grupo de Trabajo Ambiental.
Asimismo, otros productos contienen 2-butoxietanol, considerados por la Agencia de Protección Ambiental como un carcinógeno humano, que puede alterar las hormonas y etanolaminas, que también pueden causar asma.
Pero debido a que las empresas no están obligadas a colocar todos los ingredientes en la etiqueta del producto, pueden ser difíciles de identificar.
Por ello, Sutton recomendó limpiar con una mezcla de agua y vinagre, o limpiar superficies con bicarbonato de sodio, los cuales tienen propiedades antibacterianas naturales.
También hizo hincapié en que cuando se trata de derrocar a los gérmenes, la clave es la limpieza frecuente. “De esa manera puedes deshacerte de la suciedad, sin dejar lugar para que crezcan bacterias.”, señaló.
8. Abusar de los suplementos nutricionales
Cuando se trata de vitaminas y minerales, todos creen que más es mejor, pero no es así, afirmó Christine Rosenbloom, doctora y profesora emérita de la Universidad Estatal de Georgia.
“La gente suele tomar suplementos nutricionales sin entender realmente lo que están consumiendo, o si los necesita.”, expresó.
Debido a que muchos alimentos están fortificados, es probable que muchos de nosotros no tengamos deficiencias nutricionales importantes, explicó la especialista.
Si recibes más de lo que necesitas, en el mejor de los casos, los suplementos no tendrán ningún efecto en ti. Sin embargo, hay consecuencias más graves del abuso de píldoras: la vitamina A en grandes cantidades puede ser tóxica para el feto en desarrollo; la vitamina C en grandes dosis puede causar problemas gastrointestinales e interferir con las lecturas de glucosa en las personas que consumen medicamentos para la diabetes; y el exceso de vitamina B6 puede causar daño a los nervios.
De acuerdo a un estudio de The American Journal of Clinical Nutrition cuando hay alguna deficiencia, es mejor comer alimentos en lugar de tomar suplementos.
Rosenbloom sugirió visitar MyPyramidTracker.gov, sitio web donde puedes introducir los alimentos que comes todos los días y una herramienta te dirá lo que tienes que agregar a su dieta.