El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) solicitó hoy a la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería chilena diligencias en torno al asesinato de una persona transexual, Camila Guzmán (38), cuyo cuerpo fue encontrado en Nueva York el pasado 1 de agosto tras haber sido asesinada.
En concreto, el Movilh solicitó que se “indague sobre cuáles eran las relaciones sociales (de amistad y/o familiares) que Camila tenía en Chile y en Estados Unidos, a objeto de asegurar que sus restos queden en el país donde ella deseaba. En especial también, es preciso informar de este fallecimiento a sus cercanos en Chile, lo cual no está claro si ya ha ocurrido”, así como que se preste la colaboración necesaria para aclarar el hecho y sancionar a los responsables del homicidio.
“Según datos de la prensa estadounidense, Camila se fue de nuestro país producto de la discriminación que había padecido, por tanto, es más que justo que en este lamentable momento el Estado, a través del Gobierno, colabore con estos de hechos que son responsabilidad de la sociedad como conjunto”, precisó la petición del Movilh.
De acuerdo a la prensa norteamericana, Camila, (38 años y cuyo nombre legal es Rodrigo), nació en Valparaíso y se encontraba radicada hace un década en Nueva York. Su cuerpo fue encontrado el 1 de agosto junto a la cama de su habitación en East Harlem, barrio hispano de Nueva York, tras haber sido acuchillada varias veces.
“Es tremendamente doloroso este hecho y demuestra la grave vulnerabilidad de nuestros/as pares en todo el mundo. Solidarizamos con todos aquellos que amaban a Camila”, señaló la activista transexual del Movilh, Paula Dinamarca.
Añadió que es “impresentable que las transexuales deban irse de su propio país producto de la discriminación y que además los hechos de este tipo lleguen incluso a desenlaces fatales”.
“Es urgente la aprobación de una ley de identidad de género en nuestro país, para que al menos se respete nuestro derecho humano básico de ser identificadas legalmente como queremos, pues ello queda generalmente a la arbitrariedad de los jueces, los cuales poco y nada saben de nuestra realidad”.
“La arbitrariedad de los jueves es tan aguda que en algunas ocasiones fallan en contra de nuestros derechos y en otras permiten nuestro cambio de nombre y sexo en la cédulas de identidad, pero en otras sólo del nombre porque no muchas personas no se someten a cirugías físicas porque no lo quieren o por falta de recursos económicos.”.
Así por ejemplo ocurrió ayer con la transexual Francisca Romina Menares Muñoz (32 años), quien tras cuatro años de lucha legal logró retirar del Registro Civil de Santiago su cédula con el nombre que deseaba, cumpliendo así uno de sus más importante sueños, sin embargo sigue siendo identificada como parte del sexo masculino.
En efecto, y con el patrocinio del Movilh, Francisca consiguió que la magistrada del 22° Juzgado Civil de Santiago, Helga Marchant, dictaminara que puede llevar ahora nombre de mujer en su cédula de identidad, aunque su sexo legal no fue alterado.
“La jueza me ofreció este acuerdo, onda tómalo o déjalo, y no me quedó otra que aceptarlo. Al menos mi carné dice ahora que me llamo Francisca Romina”, dijo la afectada.