Las despedidas son complicadas, incluso en el ambiente laboral. Renunciar a un trabajo no es fácil y comunicar esta decisión lo es aún menos.
Por ello, si eres uno de esos empleados que tuvo la suerte de encontrar un empleo mejor o simplemente deseas tomarse un año sabático, ten en cuenta algunos consejos a la hora de renunciar.
Suena tentador emprender una nueva aventura y escapar del trabajo actual sin dar señales de vida, pero no es lo correcto. Si quieres dejar tu puesto, hazlo con clase, y dejando tu gracia y dignidad intacta. (Vía Yahoo!)
1. Da la noticia con suficiente anticipación: Debes renunciar a tu actual puesto tan pronto como aceptas otro trabajo. Si tu cargo será difícil de llenar, dale tiempo suficiente a tu empleador para encontrar un sustituto adecuado.
2. Prepara las cosas para tu reemplazo: Cuando estés por irte, pregunta a tu administrador qué es lo que puedes hacer para ayudar a preparar el trabajo para tu reemplazo. En lugar de tomar un nuevo proyecto, puedes ofrecer compilar una guía para esa persona, tus contactos, y todos los elementos que deberá controlar.
3. No hables mal de la empresa. No hay ninguna razón para utilizar tu salida como una excusa para difundir tus quejas sobre la compañía cuando hablas con tus compañeros de trabajo. Mantén tu imagen íntegra.
4. Sé honesto con tu jefe: No sientas la necesidad de disfrazar tus planes reales. Sé directo acerca del motivo por el cual te vas. Si encontraste un nuevo trabajo que se adapta a mejor a tus habilidades e intereses, díselo. Si decidiste tomarte un tiempo libre, admítelo. Ser franco con la empresa y tus colegas te puede beneficiar en el futuro si alguna vez necesitas un contacto o incluso si deseas volver a tu antiguo trabajo.
5. Acuerda una entrevista de salida: Muchas compañías planean entrevistas con los empleados que se van para obtener una visión acerca de su posición y experiencia en la empresa. Si te lo piden, acéptalo, tu conocimiento puede ayudar a los demás empleados y a quien te sucederá.
6. Envía un correo electrónico a tus contactos o clientes: Habla con tu jefe antes de hacer esto, pero es importante que lo hagas, pues es una cortesía informar a tu lista de contactos que ya no estarás en la compañía y entrégales un contacto directo de alguien más de la empresa. Envía un correo electrónico corto y no te sientas obligado a explicar las razones de tu salida.
7. Limpia tu escritorio de a poco: Recoger tus objetos personales el último día puede desencadenar una reacción emocional e incluso hacerte dudar de la decisión. Guarda algunas pertenencias y fotografías paulatinamente durante la última semana en el trabajo, ya que puede ser mejor. Hagas lo que hagas, no robes nada que sea propiedad de la empresa.
8. Escribe notas de agradecimiento a tus colegas: Agradece el apoyo de tu equipo, de tu jefe, de las personas que dependen de ti, e incluso de los auxiliares de aseo. Las notas escritas a mano son un lindo detalle, pero un correo electrónico es suficiente. En ese e-mail pon tu teléfono o correo personal en caso de que alguna vez tengan que contactarse contigo por razones personales o profesionales. Esta es una gran manera de empezar una relación de amistad con quienes fueron tus compañeros de trabajo.
9. Celebra fuera de la oficina: Es lógico que quieras saltar de alegría por tu nuevo trabajo, pero no abras el champán en tu escritorio. Si tus compañeros de trabajo quieren oír hablar de tu nuevo puesto, toma un café con ellos fuera de la empresa o acuerden a un almuerzo.
10. Comprende que a nadie le gusta quedarse atrás: Es bastante común que los que se quedan en la compañía se sientan un poco abrumados por colegas que seguirán adelante. Entiende que no es un asunto personal, ellos tienen su propia carrera y batallas que luchar en la vida. Tienes que valerte por ti mismo y no quedarte atrás.