El “mundo no debe permanecer indiferente” ante la hambruna y la sequía que amenazan a 12 millones de personas en el Cuerno de Africa, declaró el domingo en Castel Gandolfo, Italia, el papa Benedicto XVI.
“No debemos permanecer indiferentes ante la tragedia del hambre y la sed”, dijo el Papa ante centenares de peregrinos presentes en Castel Gandolfo, la residencia veraniega del Soberano Pontífice, para asistir a la oración semanal del ángelus.
“Muchos hermanos y hermanas del Cuerno de Africa sufren las dramáticas consecuencias de la hambruna, agravada por la guerra y la falta de instituciones estables”, agregó.
El Papa instó a la “compasión y a la solidaridad fraterna”.
Benedicto XVI se refirió a Biblia, en particular al relato de la milagrosa multiplicación de los panes por parte de Cristo. “Jesús nos recuerda nuestra responsabilidad para ayudar a los que tienen hambre y sed”, estimó.
La región del Cuerno de África sufre la peor sequía en varias décadas, según Naciones Unidas.
La ONU, que también habló de “la más grave crisis alimentaria en Africa” en los últimos 20 años, estima que unas 12 millones de personas están amenazadas en la región.
Según el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, se necesitan 1.600 millones de dólares sólo para Somalia, donde “cada día mueren niños y adultos a un ritmo terrible”.