China elevó este lunes a 36 los fallecidos en el accidente de trenes ocurrido el sábado, el más grave en el país desde 2008, en el que otras 192 personas resultaron heridas, informó el ministerio de Ferrocarriles.
En un comunicado, el Ministerio cifró en 36 los muertos en el accidente, uno más que en el balance precedente y aseguró que aún se investigan las causas del siniestro.
Tres altos responsables de los ferrocarriles chinos, entre ellos el máximo responsable en Shanghai, fueron despedidos como consecuencia del accidente que ha levantado críticas en el gigante asiático, especialmente en internet.
El accidente se produjo cuando un tren de alta velocidad que se encontraba inmovilizado en la ciudad de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang (este), debido a un corte eléctrico ocasionado por un rayo, fue violentamente impactado por otro convoy que le seguía.
La agencia de noticias estatal China Nueva anunció el domingo que el gobierno ha encargado una “revisión urgente” del estado de la red ferroviaria del país.
El accidente, que tuvo lugar menos de un mes después de la inauguración con gran pompa por el primer ministro Wen Jiabao del tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghai (1.300 km, con una inversión de 33.000 millones de dólares), plantea una vez más, según la prensa china, la cuestión de la fiabilidad de los ferrocarriles de alta velocidad en China.
China está invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollar la red de alta velocidad, que debe pasar de los 8.358 km actuales a más de 13.000 km en 2012 y a 16.000 km en 2020.
Las fuertes inversiones -de 700.000 millones de yuanes (más de 100.000 millones de dólares) el año pasado- han convertido el sector en un foco de corrupción.
La empresa estatal de auditoría dijo que las compañías constructoras y ciertos individuos desfalcaron el año pasado 187 millones de yuanes (29 millones de dólares) en el proyecto de línea entre Pekín y Shanghai.
Y el ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, destituido en febrero y objeto de una investigación, habría cobrado sobornos, según la prensa oficial, por más de 800 millones de yuanes (más de 120 millones de dólares).