Aún quedan cuatro o cinco personas desaparecidas tras el tiroteo del viernes en un campamento de las juventudes socialistas en una isla cercana a Oslo en el que murieron 85 personas, anunció la policía noruega este sábado.
Junto con los otros siete muertos en la explosión de una potente bomba poco antes cerca de la sede del gobierno, el balance del doble atentado asciende a 92 víctimas mortales, pero podría aumentar. Esta explosión fue causada por un coche bomba, según el comisario Sveinung Sponheim.
El sospechoso detenido tras el tiroteo reconoció ser el autor de disparos, añadió un responsable de la policía en Oslo, que precisó que los investigadores aún intentan determinar si una segunda persona abrió fuego en la isla, como dan a entender algunos testimonios.
“El sospechoso se entregó nada más llegar la policía sin oponer resistencia. No se tuvo que efectuar ningún disparo”, declaró el oficial en una rueda de prensa; y dijo que se desconoce el móvil.
El tiroteo duró “alrededor de hora y media”, explicó, y agregó que el hombre llevaba dos armas, una de ellas de puño.
Preguntado sobre la posible presencia de un segundo tirador, el oficial respondió que la policía “no estaba absolutamente segura” y que seguía investigando.
“No puedo confirmar ni desmentir que hubiera varias” personas implicadas, afirmó.
Por el contrario Sveinung Sponheim precisó que no se encontraron explosivos en la isla de Utoya, como habían anunciado la víspera sus servicios.