Un ingrediente de primer orden en la gastronomía francesa e italiana, como es la trufa, pasará quizá dentro de poco a formar parte de los platos refinados de la cocina de países más al norte, debido al calentamiento climático, según un científico suizo.
El climatólogo Ulf Buentgen, del instituto federal suizo de tecnología de Zurich, explicó a la AFP que el aumento de la temperatura promedio en el siglo XX podría haber desplazado el habitat natural de este precioso tubérculo en más o menos 100 kilómetros al norte de Francia, hacia Alemania.
Después que el climatólogo encontrara más de dos kilo de trufas en el sur de Alemania, un estudio más profundo le permitió ubicar más de 200 sitios conteniendo este tubérculo en el este de Suiza y en Alemania.
Buentgen explicó que estos descubrimientos que podrían resultar muy lucrativos para los países europeos del norte – cada pieza puede llegar a costar hasta 1.400 dólares – podrían explicarse por un desplazamiento de la línea isotérmica de más o menos 110 kilómetros.