China pidió este sábado al presidente estadounidense, Barack Obama, que anule su decisión de recibir al Dalai Lama y no “interfiera en los asuntos internos chinos”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hong Lei.
Desde el momento mismo del anuncio, la Cancillería y la Embajada de China en estados Unidos “protestaron formalmente” contra la decisión de Obama, precisó Hong en un comunicado colgado en la web del ministerio.
Pekín pide a Washington que “anule inmediatamente su decisión de un encuentro entre el presidente Obama y el Dalai Lama”, y recuerda a Estados Unidos que reconoce la soberanía china sobre Tíbet.
“Nos oponemos con firmeza a que cualquier político extranjero se reúna con el Dalai Lama en cualquier forma que sea”, subraya el comunicado, que advierte a la Administración estadounidense contra toda acción susceptible de “perjudicar las relaciones norteamericano-chinas”.
La visita coincide con un momento delicado de las relaciones entre las dos potencias del Pacífico, marcado por la tensión en el mar de China meridional entre Pekín y cinco países de la región.
Según la Casa Blanca, Obama subrayará “su apoyo perdurable al diálogo entre los representantes del Dalai Lama y el gobierno chino, a fin de resolver sus divergencias”.
El jefe espiritual de los tibetanos, en el exilio desde 1959, reclama una autonomía real para el Techo del Mundo pero Pekín lo sigue considerando un “separatista”.