Luego de que algunos medios de prensa dieran a conocer la noticia de que un perro iba a ser lapidado hasta la muerte por un tribunal ultra-ortodoxo de Israel, acusándolo de ser la reencarnación de un abogado maligno, diversas fuentes oficiales desmintieron el hecho, acusándolo de “humor negro”.
Según los primeros reportes publicados por el diario israelí Maariv, un perro abandonado comenzó a frecuentar la corte de asuntos financieros en el barrio de Mea Shearim, en Jerusalén, donde -supuestamente- habría asustado a los jueces, quienes creían ver en él la reencarnación de un abogado secular que los habría insultado 20 años atrás.
Posteriormente, el perro desapareció, surgiendo la historia de que el Tribunal habría ordenado lapidarlo, cuenta el diario inglés The Telegraph.
Sin embargo, la secretaría de la corte emitió un comunicado afirmando que ellos sólo habían llamado a la perrera municipal para que lo retirara, como harían con cualquier otro canino.
“No existe ningún tipo de referencia sobre lapidar perros o ningún otro tipo de animal en la religión judía desde los días del templo de Abraham”, informó el organismo.
“El perro se echaba en una esquina del edificio, donde los niños jugaban con él. No era raro que entraran gatos, pero nunca habíamos tenido un perro dentro. Todo lo que hicimos fue llamar a la Municipalidad de Jerusalén para pedirle a su gente que se hicieran cargo de él”.
“No hubo ningún tipo de charla sobre reencarnaciones, sobre un abogado que desconocemos, tanto ahora como 20 años atrás, y definitivamente no hubo lapidación. Este tipo de invenciones parece más una infamia religiosa, que nos lleva a preguntarnos cómo fue que el autor de la historia no la continuó asegurando que habíamos usado la sangre del perro para nuestro matzah (pan tradicional judío)”, sentenció la corte con sarcasmo.
En tanto, el diario Maariv se disculpó públicamente por haber difundido la noticia.