Un tribunal penal de Ecuador inició el lunes el juzgamiento a un coronel de la Policía acusado de atentar contra la seguridad del Estado durante la rebelión de uniformados del 30 de setiembre pasado, que el presidente Rafael Correa denunció como un intento para derrocarlo.
La audiencia para juzgar al coronel Rolando Tapia, ex jefe de la escolta legislativa, se cumple a puerta cerrada en una corte de Quito, la cual examina si el oficial impidió la instalación de una sesión de la Asamblea Nacional el día de la sublevación, que dejó diez muertos y 274 heridos.
“Es incomprensible que después de nueve meses de los hechos (…) la justicia todavía no haya establecido responsabilidades y sancionado a los que participaron en el intento de golpe de Estado y magnicidio (de Correa) pese a que están identificados”, dijo la ministra de la Política, Doris Soliz.
La audiencia de juzgamiento incluye a otros cinco policías, también acusados de atentar contra la seguridad interna del Estado.
El gobierno sostiene que Tapia, quien está detenido a raíz de la rebelión, “permitió el ingreso (a la sede del Congreso) de los asambleístas que estaban en la conspiración, pero impidió el ingreso de los asambleístas de Alianza País (oficialista)” durante la insurrección.
“Es evidente que el coronel Tapia obstruyó la instalación de la Asamblea Nacional, y eso está tipificado como delito y sancionado por la ley”, expresó Soliz.
En mayo, un juzgado declaró inocentes, y liberó, a cuatro policías acusados de complicidad en un supuesto intento de asesinato contra Correa.
Uno de los liberados fue el coronel César Carrión, ex director del hospital de la Policía donde el mandatario se refugió tras ser agredido por agentes sublevados cuando intentaba aplacar una protesta por reclamos salariales.
En abril, la justicia también ordenó la libertad del político Fidel Araujo, un mayor en retiro del Ejército y cercano al ex mandatario Lucio Gutiérrez (2003-2005), a quien Correa acusa de haber estado detrás de la insurrección.