De acuerdo a cifras nacionales, la deserción escolar en enseñanza básica es de un 0,93% y en media de un 6,8%, pero en quienes viven en campamentos esa cifra llega el 13,3%, según estableció el estudio presentado este viernes y titulado “Vivir en campamentos: la voz de los niños” de Unicef y Un Techo para Chile, el primero en su tipo que se hace en el país.
La investigación se llevó a cabo durante 2009 y 2010 en campamentos de las ciudades de Santiago, Antofagasta y Concepción y busca “mostrar cómo la pobreza y, muy especialmente, la carencia de una vivienda digna, vulneran el cumplimiento de lo establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)”.
El sondeo dio a conocer también que en el caso de la repitencia escolar, en básica es de un 4,5% y en media de un 8,1; sin embargo, un 44,2% de los niños que viven en campamentos ha reprobado algún curso.
En cuanto a trabajo infantil, las cifras nacionales indican una baja prevalencia, ya que cerca de 240 mil menores entre 5 y 17 años trabajan.
En el caso de los menores que se encuentran en el mencionado tipo de viviendas, un 28% dice que ha trabajado para ayudar a sus familias como empaquetadores de supermercados, en el comercio ambulante, lavando autos o recolectando cartones. La mayoría de ellos ingresó al mundo laboral entre los 13 y los 15 años.
En términos generales, el 68,9% de los menores afirman que les gusta vivir en el campamento. No obstante, el 76,9% preferiría vivir en otro lugar.
El estudio también reveló que lo que más les gusta de vivir en esos sitios, es que tienen amigos, conocen a sus vecinos y cuentan mucho espacio para jugar. Mientras que lo que menos les gusta es el barro, el frío y la humedad en el invierno, la basura en las calles, la venta de drogas y las peleas callejeras.