Como “testarudo” calificó The Economist al Presidente de la República Sebastián Piñera. La revista británica dice que el Mandatario carece de flexibilidad y se ha convertido en un pararrayos de las críticas.
Al vino, Pinochet, Chupete Suazo y una lista larga de enumerar nos hacen conocidos en el extranjero, se suma también el Presidente de la República Sebastián Piñera. Lo último que se dijo de él, esta vez en la revista The Economist, es que es un “testarudo”.
Esto luego de que el medio británico hiciera un análisis al efecto HidroAysén y la baja en las encuestas del Jefe de Estado chileno.
La revista asegura que le falta flexibilidad, que su baja en las encuestas se debe a la aprobación de HidroAysén, que toma las decisiones solo, que es terco y que se conforma con ser el mal menor de dos ya percibidos. Así de lapidario.
Marta Lagos, de la consultora Mori, asegura que la baja no sólo se debe a HidroAysén y que el problema del Mandatario es aún más profundo.
Por su parte, Carlos Hunneus señaló que los problemas son muchos y el Presidente Piñera no toma decisiones claras.
Y tal vez las pocas o malas decisiones que se señalan en el artículo se deban, según el analista político, Patricio Gajardo, a que el Jefe de Estado asume los riesgos de manera personal antes que delegar.
La publicación resalta que el rescate de los 33 mineros le dio a Piñera un 63% de aprobación, lo que fue su apogeo, mientras que el apoyo a su gestión está hoy en un 36%, siendo el más bajo.
Su desaprobación es la más alta que tenga un presidente de Chile desde el retorno a la democracia, alcanzando un 56%.